Inequidad anti-democrática

Reflexiones del obispo de San Cristobal de las Casas

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 Obispo de San Cristóbal de Las Casas

VER

Está poniéndose álgido el proceso electoral en nuestro país, pues en varios Estados han de elegirse, el 7 de junio, gobernador, diputados federales y locales, más presidentes municipales. En Chiapas, en esa fecha sólo diputados federales; al poco tiempo, también locales y alcaldes.

Es lamentable lo que está pasando. La publicidad de los partidos es muy agresiva. La pertenencia a un partido ha pasado a un segundo lugar; lo que importa es ser nominado por cualquier partido, aunque nunca se haya pertenecido a él. Se crean nuevos partidos sólo por estrategia electoral. Se reparte dinero por todas partes y se regalan cosas no por amor a los pobres, sino para atraer electores. Lo más doloroso es que, con amenazas de cárcel o de muerte, se haga desistir a legítimos candidatos, que tienen opciones reales de triunfar.

Un párroco me escribe:Le comparto mi preocupación por el ambiente enrarecido que se vive con motivo de las elecciones y que de ninguna manera abona en favor de  la equidad y sana alternancia democrática.

 
De x candidato se tiene presunción de vínculos con el narcotráfico; reparte miles de pesos a diestra y siniestra y viene con un equipo de camionetas del año. En su campaña hace un culto religioso. Aunque se dice católico, se comporta como pastor protestante y le acompañan varios pastores en su campaña, quienes siempre están haciendo oración por él. Reparten biblias en formato protestante.

 
Las campañas son de tal tamaño, con reparto de despensas y vales, bardas pintadas de color x, que no habrá fuerza política que pueda competir con tal derroche de recursos. Lo más preocupante es que con todos sus partidos satélites buscan mermar la fuerza de los pobres y no paran en derroches y promesas. El objetivo es dividir la fuerza de los pobres. Cada día vemos cómo se cierran los caminos a la equidad electoral. Los hermanos campesinos han puesto su confianza en un proyecto de las comunidades que no cuenta con recursos económicos, pero sí con la voluntad decidida de hacer las cosas con transparencia”.

PENSAR

No faltará quien diga: ¿Qué sabe el obispo de democracia, si su Iglesia no es democrática, sino jerárquica? ¿Por qué habla de esto, que no es de su competencia? ¿No está violando el laicismo y nuestras leyes civiles? Nada de eso. No soy quien para dar lecciones partidistas electorales, pero sí para defender los principios éticos que proceden del Evangelio. No me compete calificar las elecciones, pero sí ofrecer criterios morales, para que haya paz y justicia social.

El Papa Francisco, cuando le preguntaron unos paisanos suyos:¿Hay algo que quiera sugerirle a los gobernantes argentinos en un año de elecciones?, respondió: Primero,  una plataforma electoral clara.  Que cada uno diga: nosotros, si somos gobierno, vamos a hacer esto. Bien concreto. La plataforma electoral es muy sana, y ayuda a la gente a ver lo que piensa cada uno. Un candidato tiene que presentarse a la sociedad con una plataforma electoral clara, bien estudiada, diciendo explícitamente: Si yo salgo elegido diputado, intendente, gobernador,  voy a hacer esto, porque pienso que esto es lo que hay que hacer.

Segundo, honestidad en la presentación de la propia postura. Y tercero –es una de las cosas que tenemos que lograr, ojalá la podamos lograr- una campaña electoral de tipo gratuito, no financiada. Porque en las financiaciones de las campañas electorales entran muchos intereses que después te pasan factura. Entonces, hay que ser independientes de cualquiera que me pueda financiar una campaña electoral. Es un ideal, evidentemente, porque siempre hace falta dinero para los afiches, para la televisión. Pero en todo caso que la financiación sea pública. De este modo yo, ciudadano, sé que financio a este candidato con esta determinada cantidad de dinero. Que sea todo transparente y limpio” (10-III-2015).

ACTUAR

Partidos y candidatos: respétense unos a otros; ojalá llegaran a amarse, y no odiarse ni excluirse.

Ciudadanos: No nos dejemos engañar por la propaganda, ni comprar por los regalos. Analicemos personas y propuestas, antes de decidir nuestro voto.

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Felipe Arizmendi Esquivel

Nació en Chiltepec el 1 de mayo de 1940. Estudió Humanidades y Filosofía en el Seminario de Toluca, de 1952 a 1959. Cursó la Teología en la Universidad Pontificia de Salamanca, España, de 1959 a 1963, obteniendo la licenciatura en Teología Dogmática. Por su cuenta, se especializó en Liturgia. Fue ordenado sacerdote el 25 de agosto de 1963 en Toluca. Sirvió como Vicario Parroquial en tres parroquias por tres años y medio y fue párroco de una comunidad indígena otomí, de 1967 a 1970. Fue Director Espiritual del Seminario de Toluca por diez años, y Rector del mismo de 1981 a 1991. El 7 de marzo de 1991, fue ordenado obispo de la diócesis de Tapachula, donde estuvo hasta el 30 de abril del año 2000. El 1 de mayo del 2000, inició su ministerio episcopal como XLVI obispo de la diócesis de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, una de las diócesis más antiguas de México, erigida en 1539; allí sirvió por casi 18 años. Ha ocupado diversos cargos en la Conferencia del Episcopado Mexicano y en el CELAM. El 3 de noviembre de 2017, el Papa Francisco le aceptó, por edad, su renuncia al servicio episcopal en esta diócesis, que entregó a su sucesor el 3 de enero de 2018. Desde entonces, reside en la ciudad de Toluca. Desde 1979, escribe artículos de actualidad en varios medios religiosos y civiles. Es autor de varias publicaciones.

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