Las violencias xenófobas de las últimas semanas han causado la muerte de más de setenta personas en Sudáfrica. Los obispos han condenado la oleada de xenofobia contra los extranjeros oriundos de otros países africanos y de Asia.
Además, a través de la fundación que ellos promueven, han donado 100.000 Rand destinadas a las víctimas de los recientes ataques xenófobos. La suma de dinero ha sido destinada al centro de pastoral para los refugiados de la archidiócesis de Durban, una de las ciudades donde se han producido la mayoría de los ataques.
La mayor parte de la donación se utilizará para el centro de acogida para los desplazados en la zona central de la ciudad, dirigido por el Denis Hurley Centre, promovido por la Iglesia Católica, tal y como indica una nota publicada por la Agencia Fides. Asimismo, se indica que el coordinador del proyecto, Makusha Hupenyu, ha dado las gracias a los obispos por la donación.
La violencia contra extranjeros se desató a finales del mes de marzo, en algunas zonas de la ciudad de Durban y pocos después se extendió a Johannesburgo. Casi cuatro mil inmigrantes procedentes de diferentes países africanos han abandonado el país por esta ola de ataques.