Leon Tsilolo chief of the Health Center Monkole in Kinshasa Congo RD

ZENIT - HSM

Congo: 'La experiencia con el ébola nos permitió enfrentar la epidemia'

Entrevista al director del Centro Médico Monkole en Kinshasa, León Tsilolo

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El pediatra hematólogo León Tsilolo, director del Centro Médico Monkole en República Democrática del Congo, hospital puesto en marcha por profesionales de la salud del Opus Dei en la capital Kinshasa, ha venido a Roma para obtener recursos médicos, profesionales y voluntarios en Italia. En el Congo ya tuvieron en los últimos 15 años unos siete brotes de ébola, los que fueron debelados y cuya experiencia permitió defenderse ahora y también ayudar a países como Liberia, golpeados por la epidemia. ZENIT pudo hablar con él en Roma. A continuación compartimos la entrevista.

¿Usted está a cargo del Centro Hospital Moncone en la ciudad de Kinshasa, verdad?
— Dr. Tsilolo: Así es, además el Centro Hospital Moncone, desde el año pasado tiene un nuevo edificio, el ‘Centro Hospital Madre-Niño’. Desde hace diez años ha sido reconocido como centro de referencia de la Zona rural sur de Kinshasa, donde viven 300 mil personas.

¿Cuando se recibió de médico en Bruselas no tuvo la tentación de quedarse en Europa?
— Dr. Tsilolo: Esa es una tentación omnipresente para todos los africanos que están en Europa. Además porque cuando llegué a mi país había una situación de caos con la caída de Mobutu. Fue una decisión difícil, pero la tomé de corazón y ahora tantos años después no me arrepiento de ella.

¿Ud. dónde conoció al Opus Dei?
— Dr. Tsilolo: En Bélgica, aunque en Kinshasa había leído el libro Camino. Además la universidad de Leuven era la clásica universidad de ‘libre pensamiento’, y no faltaba quien considerara al Opus Dei como ‘la milicia del Papa’.

¿Ustedes han vivido la epidemia de ébola?
— Dr. Tsilolo: Nosotros en el Congo tuvimos focos del ébola ya unas siete veces, pero no en Kinshasa. La epidemia fue contenida bastante bien en la provincia en donde apareció por primera vez. Y después de algunos meses no tuvimos nuevos casos, gracias también a las experiencias pasadas. Porque los médicos ya sabían como enfrentarla.

¿Y en Liberia qué pasó?
— Dr. Tsilolo: Pienso que estos otros países la sufrieron por primera vez. Además se suman costumbres locales, como en Liberia o en Guinea donde tienen la costumbre de bañar a la persona antes de enterrarla, lo que es muy peligroso.

En Monrovia toda una comunidad de la Orden hospitalaria de San Juan de Dios fue diezmada…
— Dr. Tsilolo: Para enfrentar el ébola es necesario tener las competencias y una política con determinados estándares de seguridad, porque contrariamente las primeras víctimas son el personal sanitario. Además es necesario poder hacer el diagnóstico inmediatamente. Y para ello hemos tenido el privilegio de tener un laboratorio portátil que se puede transportar en dónde se registre un brote de epidemia. En el Congo en particular está la malaria que es para nosotros una enfermedad endémica y resistente a muchos fármacos. Esta experiencia con el ébola nos permitió enviar personal del Congo junto a una escuadra de científicos franceses para dar una mano en Liberia. Una importante contribución.

¿Cuál es la situación actualmente?
— Dr. Tsilolo: La situación está bastante controlada. Como en toda epidemia inicia como una llamarada y poco a poco se apaga. La restricción de movimiento a la población ha sido positiva.

Cuántos muertos ha causado el ébola
— Dr. Tsilolo: Hay números oficiales, pero los extra oficiales que indican fueron muchos miles.

He oído que actualmente África está menos protegida que en la época de las colonias, puesto que las multinacionales dejan muy poco.
— Dr. Tsilolo: Hay que ver las cosas en base a las evidencias. Le doy un ejemplo con la enfermedad del sueño: cuando el Congo estaba bajo la dependencia belga era una enfermedad controlada, ahora hasta en Kinshasa encontramos casos de esta patología. Los hospitales en el Congo son 500 y de estos unos tres o cuatro fueron construidos en el tiempo de la administración belga. O sea que en 50 años estos gobiernos han construido poco. Antes eramos 25 millones de habitantes, y ahora somos 70 millones.

Qué puede hacer occidente, parece que la política de los subsidios no funciona bien…
— Dr. Tsilolo: Hay una hermosa exhortación apostólica post sinodal del papa Benedicto XVI: África Munus. Si occidente pudiera leerla y aplicarla sería una de las mejores cosas para ayudar. Y es una respuesta a estos dramas que vivimos en el ingreso de Europa, donde tanta gente y jóvenes que dejan el continente acaban por morir. Es necesario elaborar una verdadera política de desarrollo que tenga en cuenta la realidad local y el sentido de la justicia. Claramente la exhortación apostólica indica que está también la responsabilidad de los africanos. El desarrollo para mí es un problema relacionado con la responsabilidad y no solamente una mano tendida, porque África es rica, también en su población y la gente no lo sabe.

¿Reciben algún tipo de ayuda desde el exterior?
— Dr. Tsilolo: El Centro Médico de Monkol recibe ayuda por medio de donaciones particulares, de instituciones o de fundaciones, etc. También a través de programas como Harambee o del Instituto para la cooperación inter-universitaria (ICU) aquí en Italia, que nos ayuda por ejemplo con los gastos para las madres con niños. Hay también una partnership con algunos países y logramos hacer intercambio con los médicos practicantes, gente de África que viene para aprender y regresa y viceversa. También la transferencia de la tecnología. Se ha dado el caso de hospitales que tienen algún aparato que no usan. Por ejemplo de ecografía o una TAC que obtuvimos de un hospital italiano. También las donaciones personales en la web y a través de instituciones locales para obtener facilidades fiscales. Además sabemos que el Papa reza por el Congo y somos sensibles a estas intenciones.

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ZENIT Staff

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