Pope Francis meeting the Italian Superior Council of the Magistracy (CSM)

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La criminalidad se combate no sólo reprimiendo, sino también educando

El papa Francisco recibió en el Vaticano a los miembros del Consejo Superior de la Magistratura de Italia

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El santo padre Francisco recibió este sábado en audiencia, a los miembros del Consejo Superior de la Magistratura de Italia. En sus palabras el Papa les recordó que para afrontar fenómenos como la expansión de la criminalidad  en todas sus formas así como la llaga de la corrupción es necesario intervenir, no sólo reprimiendo, sino principalmente educando.

En un período de globalización que el Pontífice definió de “colonizaciones ideológicas”, cuando se propagan normas y costumbres que deterioran las raíces cristianas con costumbres y normas de otras culturas, las autoridades públicas tienen responsabilidad, y en particular las judiciales, en la estabilidad y consolidación de las bases de la convivencia humana, recuperando los valores fundamentales.

“El cristianismo -indicó el Santo Padre- ha ofrecido a estos valores fundamentales el verdadero y adecuado fundamento: el amor a Dios es inseparable del amor al prójimo”.

Por ello prosiguió, “a partir de estas bases también los fenómenos como la expansión de la criminalidad -en sus expresiones económica y financiera- y llaga de la corrupción, que afecta también a las democracias más evolucionadas, pueden encontrar un freno eficaz.”

Y subrayó que “es necesario intervenir no sólo en la represión, sino también en la educación, dirigida en particular a las nuevas generaciones, ofreciendo una antropología -que no sea relativista- y un modelo de vida, capaz de responder a las más elevadas y profundas inspiraciones del alma humana.”

Por ello las instituciones están llamadas “a recuperar una estrategia de amplio respiro, orientada a la promoción de la persona humana y de la pacífica convivencia”.

Porque, añadió, “la justicia no se hace de forma abstracta, sino considerando al hombre en su valor real, como ser creado a imagen de Dios y llamado a realizar su semejanza, aquí en la tierra”.

 

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ZENIT Staff

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