El patriarca ecuménico de Constantinopla, Bartolomé I, se dirigió este martes por la mañana en Francia a los participantes de la “Cumbre de las conciencias”, reunida en París en la sede del Consejo Económico, Social y del Clima.
La cumbre en París, convocada por el Gobierno francés, se ubica en el marco de la preparación de la crucial Cumbre del Clima de la ONU que se celebra en la capital francesa el próximo mes de diciembre.
“Nuestra época está enfrentando un desafío único. Nunca en el pasado durante la larga historia de nuestro planeta, los hombres y las mujeres se han encontrado al punto de poder destruir el propio ambiente y la propia especie”. Este fue el grito de alarma del Patriarca que además hizo un llamamiento a la conversión de los corazones y a la educación de las conciencias.
El presidente francés, François Hollande, al abrir el encuentro ha comparado la lucha global contra el calentamiento del planeta, a la que se enfrentó después de la II Guerra Mundial, con la creación de la ONU y la defensa de los Derechos Humanos.
Se encuentran reunidos en esta cumbre laica unos 50 líderes religiosos, pensadores y activistas del clima. Como representante del Vaticano participa el cardenal Peter Turkson, presidente del Pontificio Consejo Justicia y Paz.
Nunca antes, añadió el patriarca Bartolomé, “los ecosistemas se enfrentaron con un daño casi irreversible de semejante tamaño. Este es el motivo por el cual tenemos la responsabilidad de enfrentar este desafío único para cumplir nuestro deber hacia las generaciones futuras”. El Patriarca dedicó una parte de su discurso apoyándose en la encíclica Laudato Si’ del papa Francisco.
Por ello invitó a las “Iglesias hermanas de Roma y Constantinopla” a profundizar como un espacio de acción ecuménica “su empeño común en favor de nuestra casa común, con la oración y la acción”. Y el Patriarca precisó que por este motivo “los científicos indican la necesidad de un cambio radical del estilo de vida, para detener las actividades que contaminan y producen los cambios climáticos”.
Consideró que esa “inversión de todo el ser” es llamada en el cristianismo como ‘metanoia’. Por ello invitó a examinar lo que es excesivo y lo que es bueno. Un esfuerzo “que nos toca a todos: salir del egoísmo en el cual la inercia de nuestras costumbres nos ha hecho caer, y descubrir la libertad sobria que nos conduce a una conversión del corazón”, una conversión interior “como punto de partida para una conversión exterior”.
Por su parte el ex-secretario general de la ONU, Kofi Annan, dijo: “Mis nietos vivirán en un mundo con una temperatura mucho más elevada que la que había en mi infancia” y concluyó: “Habrá grandes desastres si no actuamos ahora”.
La próxima Cumbre de París, llamada oficialmente por la ONU ‘COP21’, tiene como objetivo empeñar a los países en políticas ambientales que eviten una subida de la temperatura media del planeta, superior a los dos grados centígrados.