La filial egipcia del autoproclamado Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) ha reivindicado este jueves el coche bomba que ha estallado frente a un edificio de la Seguridad del Estado, en un barrio del norte de El Cairo, dejando 29 heridos y causando graves desperfectos en los alrededores.
En un comunicado difundido por Twitter, Provincia de Sinaí –la sucursal del ISIS en Egipto– ha asegurado que el atentado es en represalia por la ejecución a mediados del pasado mes de mayo de seis miembros de la organización yihadista. “Haced que los apóstatas de la policía y el ejército, acólitos de los judíos, sepan que somos un pueblo que no olvida tomarse la revancha”, señala el texto.
Los hechos citados por el grupo terrorista se remontan al 19 de marzo de 2014 cuando se registró un tiroteo en Arab Sharkas, una aldea al norte de El Cairo, en el que murieron dos agentes.
La ofensiva contra este cuartel de la Seguridad del Estado, la última acción del ISIS en suelo egipcio, ha tenido lugar alrededor de la una de la madrugada del jueves en el barrio de Shubra el Jeima, al norte de El Cairo. La fuerte detonación se ha escuchado a varios kilómetros de distancia, en distritos muy alejados como Zamalek.
El ministerio del Interior ha explicado en un comunicado que «un coche estalló después de que el conductor parara repentinamente enfrente de un edificio de la Seguridad del Estado, abandonara el vehículo y huyera en una moto que había seguido al turismo». El artefacto explosivo fue activado a distancia. La onda expansiva ha dejado un cráter en mitad de la calle; reducido a chatarra los vehículos que permanecían aparcados en los aledaños; provocado serios desperfectos en el inmueble de las fuerzas de seguridad y destruido las fachadas de los edificios cercanos.
La arremetida ha alcanzado incluso el palacio de Mohamed Ali, ubicado a unos 500 metros del lugar causando daños en el interior del inmueble, ha denunciado el ministerio de Antigüedades egipcio en un comunicado. El ataque sin víctimas mortales ha causado heridas a 29 personas, entre ellos seis agentes. La mayoría son heridos leves y han sido dados de alta de los hospitales a los que fueron trasladados tras la explosión.
A pesar del despliegue militar, las acciones de los milicianos fundamentalistas son cada vez más audaces y han logrado alcanzar la capital. En el mes de julio, los yihadistas lanzaron un misil desde el Sinaí destruyendo un barco de la marina egipcia que patrullaba la costa mediterránea. Además, un ataque coordinado contra una comisaría en Sheij Zueid, en el norte del Sinaí, se cobró la vida de al menos 21 soldados.
Hace una semana el ISIS anunció la decapitación del rehén Tomislav Salopek, un topógrafo de nacionalidad croata secuestrado a las afueras de El Cairo, cinco días después de que expirara el plazo de 48 horas concedido a las autoridades egipcias para que liberaran a “las musulmanas encarceladas en las cárceles” del país árabe.