El Estado de Israel ha respondido con contundencia al lanzamiento de cuatro cohetes el jueves contra los altos del Golán y el norte de Galilea desde territorio sirio que no causaron víctimas.
La aviación de combate y la artillería israelí atacaron con bombas al menos 14 posiciones del Ejército sirio. Los bombardeos causaron la muerte de un soldado y dejaron heridos a otros siete militares.
En una acción llevada a cabo por un dron armado murieron también cinco milicianos de la Yihad Islámica, organización a la que el Gobierno de Benjamín Netanyahu responsabilizó del disparo de los cohetes.
El primer ministro israelí afirmó este viernes tras las operaciones militares contra Siria que las fuerzas israelíes “atacaron al grupo que había provocado el incendio y a las tropas sirias que le permitieron actuar con libertad”.
Netanyahu, que aseguró que su país no deseaba una escalada bélica, acusó al régimen de Teherán de haber ordenado a la Yihad Islámica el disparo de los cohetes contra Israel.
Estas represalias representan la mayor ofensiva israelí contra Siria desde que estalló la guerra en el país árabe en 2011.