Los participantes en el Sínodo de las Iglesias metodistas y valdenses, que se está celebrando desde el domingo en la localidad de Torre Pellice, en Turín, han aprobado el lunes pasado por la tarde una carta de respuesta a la petición de perdón formulada por el papa Francisco.
En una rueda de prensa, que ha tenido lugar ayer martes en la ciudad turinesa, se ha presentado el texto y el significado de la misiva, y se han realizado algunas precisaciones sobre el texto, que había permitido un mal entendido en algunos medios de comunicación.</p>
Así, el profesor Fulvio Ferrario, coordinador de la Comisión para el ecumenismo de las Iglesias metodistas y valdenses, ha afirmado que “queremos escribir juntos una nueva historia, diferente de la de la confrontación del pasado, puesta bajo el perdón de Dios”.
El pasado 22 de junio, durante su visita al templo valdense en Turín, el Pontífice pidió “por parte de la Iglesia católica, perdón por las actitudes y los comportamientos no cristianos e incluso inhumanos que a lo largo de la historia, hemos tenido contra vosotros”. “Unas palabras que acogemos con respeto y emoción, convencidos de que todo diálogo entre cristianos es siempre un acontecimiento que ocurre delante de Dios”, ha indicado Ferrario. El perdón es la “voluntad de caminar juntos, de pasar página”, y esto es precisamente lo que la carta del Sínodo expresa: “nuestras Iglesias –dice el documento– están dispuestas a escribir juntas esta historia, nueva también para nosotros”.
“La visita del Papa a la iglesia valdense de Turín ha sido un acontecimiento nuevo, histórico, pero que no obstante se injerta en un camino ecuménico ya comenzado, que ya tiene su propia historia y ha producido algunos frutos significativos”, ha dicho la pastora Maria Bonafede, responsable de las relaciones ecuménicas de la Federación de Iglesias Evangélicas en Italia (FCEI), que ha ampliado el discurso al contexto más amplio de las relaciones ecuménicas entre las Iglesias evangélicas y la católica.
“Quisiera recordar el llamamiento ecuménico contra la violencia hacia las mujeres firmado conjuntamente, el pasado mes de marzo, por los representantes de FCEI, de la Conferencia Episcopal Italiana y de varias Iglesias ortodoxas presentes en nuestro país. Un documento importante, que marca una nueva calidad en las relaciones entre las Iglesias, y les recuerda su responsabilidad educativa hacia lo que puede definirse como una emergencia nacional”, ha apuntado la pastora.
También el ámbito de la acogida a los refugiados supone una colaboración bien encaminada, así como una seña de identidad compartida por todos los cristianos. En este sentido, ha concluido Bonafede, “el proyecto común de FCEI y la Comunidad de San Egidio, para el establecimiento de corredores humanitarios entre Marruecos e Italia, es otro ejemplo de un camino ecuménico que se realiza en la acción práctica”.