El Viejo Continente se enfrenta a un flujo de demandantes de asilo sin precedentes. De ahí que la Comisión Europea haya incluido por primera vez en su informe de «Previsiones económicas de otoño 2015» un capítulo en el que analiza el impacto de estas llegadas. Bruselas augura que de aquí al 2017 llegarán a la UE unos tres millones de personas, en su mayoría, refugiados.
Según las últimas previsiones macroeconómicas, los Estados miembros cerrarán el 2015 con un millón de inmigrantes adicionales, 1,5 millones de personas más en el 2016, a los que se sumarán otro medio millón en el 2017. Teniendo en cuenta que algunas de las solicitudes de asilo serán rechazadas, esto significa un incremento de la población europea de un 0,4 por ciento.
El documento de la Comisión admite que la situación es el resultado de los desplazamientos provocados por guerras, conflictos y persecuciones que alcanzaron su pico en el 2014 con 60 millones de personas desplazadas en todo el mundo, 8 millones más que en el 2013. El grueso procede de Siria (7,6 millones), pero también de Afganistán (2,6 millones) y Somalia (1,1 millones de desplazados).
Este movimiento ha tenido su impacto en Europa, que ha visto duplicar las llegadas en el último año. Según datos de la Agencia Europea para la Gestión de la Cooperación Operativa en las Fronteras Exteriores de los Estados miembros de la Unión (Frontex) recogidos en el informe, en los tres primeros trimestres del 2015 han entrado 710 mil personas, principalmente a través de Grecia, Hungría e Italia.
También la agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR) ha facilitado este jueves cifras y ha señalado que este invierno continuarán llegando demandantes de asilo a Europa, a un ritmo de cinco mil diarios, a través de Turquía.