El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas adoptó este viernes una resolución en la que llama a los Estados miembros a usar “todas las medidas necesarias” para “prevenir y suprimir los actos terroristas” cometidos por el autodenominado Estado Islámico (ISIS, pos sus siglas en inglés) en Siria e Irak.
El texto, promovido por Francia tras los atentados del pasado 13 de noviembre en París, fue aprobado por unanimidad por los quince integrantes del máximo órgano de decisión de la ONU. Aun así, se volvió a escenificar la fractura que sigue existiendo en torno al conflicto sirio entre las potencias occidentales y Rusia.
La resolución 2249 insta a “redoblar y coordinar los esfuerzos” para combatir a todas las formaciones e individuos integristas vinculados al ISIS y a los grupos clasificados como terroristas por el Consejo de Seguridad. Del mismo modo, urge a los Estados a hacer más para frenar el flujo de combatientes extranjeros a Irak y Siria, y a evitar la financiación del terrorismo.
El documento condena en “los términos más duros” el derribo del avión de pasajeros ruso en el Sinaí y los últimos “ataques horrendos” en Sousse, Ankara, Beirut y París, y determina que el autoproclamado Califato “constituye una amenaza sin precedentes para la paz y seguridad internacionales”.
Además, repudia los abusos sistemáticos de los derechos humanos y las violaciones constantes de las leyes humanitarias internacionales perpetrados por los yihadistas, así como la destrucción y saqueo del patrimonio cultural en Siria e Irak.
Por otra parte, el Consejo de Seguridad reitera que la situación continuará deteriorándose mientras no se llegue a una solución política para el conflicto en Siria. En este sentido, enfatiza la necesidad de implementar el Comunicado de Ginebra de junio de 2012.