Los mártires nos invitan a acercarnos a los necesitados, a cooperar con los otros por el bien común y a construir, sin excluir a nadie, una sociedad más justa, que promueva la dignidad humana, defienda la vida, y las maravillas de la creación
En la homilía, el Santo Padre recuerda que para ser misioneros no hace falta viajar sino “abrir los ojos a las necesidades que encontramos en nuestras casas y en nuestras comunidades»