El Consejo de Seguridad de la ONU adoptó por unanimidad una nueva resolución que impondrá un cerco financiero al autodenominado Estado Islámico (Daesh, por su acrónimo en árabe), así como otras medidas para luchar contra la organización terrorista.
La resolución número 2253, auspiciada por la Federación Rusa y Estados Unidos, se aprobó este jueves en el marco de una reunión de ministros de Finanzas presidida por el secretario del Tesoro norteamericano, Jack Lew.
La iniciativa trata de evitar que los yihadistas se lucren a través de actividades ilícitas y, de una manera coordinada, cortarles el acceso a los canales para comprar armas, sistemas de comunicación y otro tipo de equipamiento.
Al dirigirse a los presentes antes de la votación, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, reconoció los retos que implica la tarea, tomando en cuenta que los terroristas se aprovechan de las debilidades de los regímenes de finanzas y de regulación a la hora de recaudar fondos.
“Hoy, Daesh maneja una economía multimillonaria en territorios bajo su control. Los terroristas de Daesh logran dinero con el comercio de crudo, la extorsión, los envíos de efectivo no detectados, los rescates en secuestros, el tráfico de personas y armas y los sobornos”, dijo Ban Ki-moon.
“Ellos evitan los canales formales para evadir la detección y explotan nuevas técnicas y herramientas para transferir recursos y han logrado forjar vínculos destructivos y muy rentables con los carteles de las drogas, entre otros representantes del crimen organizado”, añadió el titular de la ONU.
Por su parte, el Secretario del Tesoro de Estados Unidos urgió a los países a utilizar las medidas incluidas en la resolución y las herramientas que se han creado durante los últimos 14 años para que el mundo esté mejor protegido de Daesh y de otras organizaciones terroristas.
El propósito es doble. Por un lado, se quiere ejercer presión sobre las líneas de ingresos de las organizaciones fundamentalistas y sus afiliados. Por otro, pretende aislarlos del sistema financiero internacional para así mermar su capacidad para mover el dinero fuera de su territorio de control en Irak, Siria, Yemen y Libia. Y esto, al tiempo que se identifican los diferentes canales que utilizan para lucrarse.
Los extremistas obtienen unos 80 millones de dólares al mes, pero los bombardeos aéreos rusos y de la coalición encabezada por los estadounidenses sobre las instalaciones petroleras bajo su control han afectado a las finanzas de la organización radical.
Casi la mitad de los ingresos de Daesh proceden de la extorsión y de propiedades robadas, un 43 por ciento de las ventas de petróleo y el resto del contrabando de drogas, venta de electricidad y donaciones, según diferentes analistas financieros internacionales.
Estados Unidos trabajó las últimas semanas mano a mano con Rusia en la redacción de un texto técnico de 28 páginas para incorporar sus ideas. La resolución toma como base la que se adoptó en 1999 para combatir las fuentes de financiación de la red terrorista Al Qaeda y su líder Osama bin Laden. La nueva resolución amplía el foco del régimen de sanciones e identifica al autodenominado Estado Islámico como una estructura terrorista separada.
El Comité de Sanciones, compuesto por los 15 países del Consejo de Seguridad de la ONU, podrá ahora congelar los bienes, prohibir los viajes y la adquisición de armas a personas y entidades vinculadas al autodenominado Estado Islámico.