South Korean Everland amusement park employees wearing Santa Claus hats and collars decorate a Christmas tree in the Meerkat enclosure on the occasion of the Christmas holiday season at South Korea's largest amusment park 'Everland'

ANSA - EPA/JEON HEON-KYUN

El árbol navideño situado en la frontera de las dos Coreas no será encendido

La decisión quiere ser un gesto del Sur en favor de la distensión

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El enorme árbol de Navidad metálico de 30 metros de altura, situado en la frontera entre las dos Coreas, este año no será encendido. Lo decidieron los diferentes grupos protestantes del Sur que gestionan el funcionamiento del mismo, indicó hoy la Agencia Fides.

Uno de los lideres del Partido cristiano, el reverendo Kim Young-il, declaró: “No encenderemos más estas luces, hasta que no podamos hacerlo junto a nuestros hermanos del Norte”. Considerado un “halcón” en el diálogo intercoreano, Kim aclaró que dicha elección “no significa una renuncia, sino que se trata solamente de un signo de buena voluntad”. Luego del anuncio, los grupos cristianos menos intransigentes quisieron agradecer por la decisión: “Un cambio en pos y en nombre de la armonía”.

El árbol ha sido considerado un instrumento de propaganda y ha desencadenado las protestas por parte del régimen del Norte. 

El enorme árbol de Navidad surge sobre el pico de Aegibong, una colina de 165 metros de altura, que se sitúa frente a la frontera con el Norte. Considerado por algunos como un instrumento de «guerra psicológica» contra el Norte, el árbol metálico y la cruz que lo corona son visibles por la población norcoreana que vive  a una distancia de hasta a 10 kilómetros de la frontera. 

Construido en 1971 –en pleno antagonismo entre las dos Coreas– la enorme estructura ha sido encendida de manera alternada, siguiendo las políticas de turno, ya sea de distensión o provocación, del gobierno de Seúl en relación al régimen. En el año 2004, haciendo de ello gran publicidad, Seúl declaró que el árbol «no sería más iluminado» porque «se había alcanzado un acuerdo» con Pyongyang. Sin embargo, en el año 2010, luego del hundimiento de la corbeta surcoreana Cheonan, en el cual murieron 43 personas, las luces del árbol de Navidad volvieron a ser encendidas.

 

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ZENIT Staff

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