«El fundador de los salesianos fue un sembrador de alegría. Derrochó generosidad entre la infancia y juventud abandonada a la que proporcionó toda clase de recursos. Con una pedagogía excepcional condujo a muchos a la conversión»
Carta del obispo de Córdoba, Mons. Demetrio Fernández. ‘Estos hombres y mujeres nos enseñan a amar con un amor más grande, el amor de Cristo que está por encima de toda ideología’