El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha citado al papa Francisco en su último discurso sobre el estado de la Unión, para referirse a una sociedad sin odio ni discriminación. Se ha tratado de la única cita que ha realizado el mandatario en su esperada intervención.
Obama, que también ha pedido a los congresistas que levanten el embargo a Cuba, ha señalado que “necesitamos rechazar cualquier política que ataque a las personas por motivos de raza o religión”. “No es cuestión de ser políticamente correctos. Es cuestión de entender qué es lo que nos hace fuertes”, ha enfatizado.
“El mundo nos respeta no solo por nuestro arsenal; nos respeta por nuestra diversidad y nuestra receptividad y cómo respetamos todas las creencias. Su Santidad, el papa Francisco, se dirigió a ustedes desde este mismo lugar donde yo me encuentro esta noche y dijo que imitar el odio y la violencia de los tiranos y los asesinos es la mejor forma de ocupar su lugar”, ha afirmado el presidente estadounidense, al tiempo que ha reconocido que “cuando los políticos insultan a los musulmanes, cuando se vandaliza una mezquita, o cuando se acosa a un niño, eso no nos hace más seguros”. “Eso no es decir las cosas como son. Sencillamente está mal. Nos debilita ante el resto del mundo. Hace que nuestros objetivos sean más difíciles de alcanzar. Y traiciona a quiénes somos como país”, ha asegurado.
En lugar de presentar, como es habitual, su programa legislativo para este año, Obama ha mirado a las próximas décadas. A tres semanas del inicio de las asambleas electivas (caucus) y de las primarias que decidirán a los candidatos demócrata y republicano para las elecciones de noviembre, ha establecido los términos del debate: desarrollar su programa político con un presidente demócrata o que un republicano desmonte su legado.
Así, ha fijado cuatro prioridades: una economía más equitativa y segura; una tecnología que mantenga al país en la vanguardia de la innovación y permita combatir amenazas como el cambio climático; una política exterior que garantice el liderazgo de Estados Unidos sin ser el policía del mundo; y un estilo de hacer política más amable y menos polarizado.
Salvo que pronuncie un discurso imprevisto este año, el mandatario no volverá a dirigirse a las cámaras del Congreso. Por este motivo, ha intentado persuadir a los estadounidenses de que el país está mejor hoy que en enero de 2009, cuando él llegó a la Casa Blanca en medio de la peor recesión de las últimas décadas y con la nación embarcada en dos guerras.
Al hacer balance sobre el estado de la Unión, Barack Obama ha exhibido las mejoras de la economía y logros como la reforma del sistema sanitario. Y en el terreno diplomático, se ha apuntado el éxito del restablecimiento de las relaciones con Cuba y del acuerdo con Irán.
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Obama: 'Imitar la violencia de los tiranos es la mejor manera de convertirse en uno'
En su discurso sobre el estado de la Unión, el más importante del año, el presidente de EE.UU. citó al papa Francisco para referirse a una sociedad sin odio ni discriminación