«Durante los coloquios, transcurridos en una atmósfera de cordialidad, se han subrayado las buenas relaciones bilaterales existentes entre la Santa Sede y el principado así como la aportación histórica de la Iglesia Católica a la vida de Mónaco. Posteriormente se han tratado algunas cuestiones de interés común, como la salvaguardia del ambiente, la ayuda humanitaria y el desarrollo integral de los pueblos», indicó un comunicado de la Sala de Prensa del Vaticano.
Además se examinaron diversas problemáticas que interesan a la comunidad internacional como la paz y la seguridad, la recepción de los migrantes y la situación general en la región del Mediterráneo y en Oriente Medio.
En el intercambio de dones, el Papa les regaló un medallón con la imagen de San Martín de Tours cuando corta su capa para dividirla con un indigente y una copia de la encíclica Laudato Sii’.
Al despedirse, el Santo Padre les prometió rezar «especialmente por vuestros hijos”, los mellizos de un año que no fueron a la audiencia y para quienes les entregó un peluche y una muñeca.
Sucesivamente el Príncipe ha encontrado al cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado y al arzobispo Paul Richard Gallagher secretario para las Relaciones con los Estados.