Francisco en Santa Marta: “Abrir el corazón a la novedad del Espíritu Santo”
No quedarse en el “siempre se ha hecho así” y discernir lo que no cambia porque es fundamento de las cosas, de las novedades con que el Espíritu Santo nos sorprende
Los cristianos que se quedan en el “siempre se ha hecho así” tienen un corazón cerrado a las sorpresas del Espíritu Santo y no llegarán nunca a la plenitud de la verdad, porque son idólatras y rebeldes. Lo indicó este lunes el papa Francisco, en su homilía en la misa cotidiana que celebra en la residencia Santa Marta.
El Santo Padre citó la primera Lectura, cuando Saúl es rechazado por Dios como rey de Israel porque prefiere escuchar al pueblo más que la voluntad del Señor. El pueblo después de una victoria quiere sacrificar a Dios el mejor ganado porque, dicen: “siempre se ha hecho así”. Y Dios no lo quería. El profeta Samuel entonces reprende a Saúl preguntándole: ‘¿El Señor quiere los holocaustos y sacrificios más que la obediencia a su voz?’.
“Lo mismo –observa el papa Francisco– nos enseña Jesús en el Evangelio”, cuando los doctores de la ley reprenden a los discípulos de Jesús porque no ayunan, ‘como se siempre se había hecho’.
Y Jesús responde: Nadie remienda con una tela nueva un vestido viejo, porque se rompe más. Y nadie pone vino nuevo en odres viejos, porque los rompe. “¿Ésto significa que cambia la ley? ¡No!, sino que la ley está al servicio del hombre, que está al servicio de Dios”.
El decir, “siempre se ha hecho así”, viene del corazón cerrado y por ello Jesús dijo: ‘Les enviaré el Espíritu Santo y Él les conducirá a la plena verdad’.
Si uno tiene el corazón cerrado a la novedad del Espíritu Santo, nunca llegará a la verdad. Y la vida cristiana será una vida mitad y mitad, una vida remendada, de cosas nuevas sobre una estructura que no está abierta a la voz del Señor.
Esto ha sido, añade el Papa, el pecado del rey Saúl, debido al cual fue rechazado, el pecado de un corazón cerrado, que no escucha la voz del Señor y que no está abierto a la novedad del Espíritu, que siempre nos sorprende. La rebelión de Samuel es el pecado de adivinación, la obstinación y la idolatría.
Los cristianos que se obstinan en el ‘siempre se hizo así’, pecan de adivinación. Hacen como si fueran a lo de la adivinadora: es más importante lo que le fue dicho o que ha escuchado su corazón cerrado, que la Palabra del Señor.
“¿Cuál es el camino? Abrir el corazón al Espíritu Santo, discernir cuál es la voluntad de Dios” indicó. Y el Papa concluyó su homilía pidiendo que “el Señor nos dé la gracia de un corazón abierto a la voz del Espíritu, que sepa discernir lo que no debe cambiar porque es fundamento, de lo que debe cambiar para poder recibir la novedad del Espíritu”.
(Traducido y adaptado por ZENIT de Radio Vaticano)
Las palabras del Papa en la Sinagoga de Roma, texto completo
Francisco reiteró el ‘No’ a cualquier tipo de antisemitismo e invitó a responder a la violencia en cualquier parte del mundo con la lógica de la paz
El papa Francisco visitó este domingo 17 de enero, en medio de fuertes medidas de seguridad, la sinagoga de Roma. Es el tercer pontífice que lo hace después de Juan Pablo II y Benedicto XVI. Uno de los anfitriones le indicó al Papa que, según la ley judía, un acto que se repite tres veces pasa a ser habitual.
En sus palabras, el Pontífice recordó que san Juan Pablo II en su visita a la sinagoga acuñó la hermosa expresión ‘hermanos mayores’ y que judíos y cristianos debido a las raíces comunes “pertenecemos a una única familia, la familia de Dios, quien nos acompaña y nos protege como su pueblo”.
El Pontífice, que ya en su país tenía muy buenas relaciones con la comunidad judía de Buenos Aires, añadió que “de enemigos y extraños nos hemos vuelto amigos y hermanos” y reiteró que el Concilio, con la Declaración Nostra Aetate, ha trazado el camino del ‘Sí’ al descubrimiento de las raíces judías del cristianismo y el ‘No’ a cualquier tipo de antisemitismo, y condena a toda injuria, discriminación y persecución que se derivan”.
Y si bien el documento conciliar “no ha resuelto todas las cuestiones teológicas sobre el tema” ha dado “estímulo para posteriores y necesarias reflexiones”. Y señaló el documento publicado el mes pasado, el 10 de diciembre de 2015, por la Comisión para las relaciones religiosas con el judaísmo que enfrente los temas teológicos que han emergido en las últimas décadas.
Y tras recordar a los presentes que “cada persona tiene que ser vista con benevolencia, como hace Dios, que pone su mano misericordiosa a todos”, invitó a rezar a Dios con insistencia para que “nos ayude a practicar en Europa y en Tierra Santa, en Oriente Medio, en África y en cada parte del mundo la lógica de la paz, de la reconciliación, del perdón y de la vida”.
El Pontífice quiso recordar la violencia que sufrió el pueblo judío en su historia, hasta la Shoah que volvió víctimas a “seis millones de personas solamente porque pertenecían al pueblo judío”. El papa Francisco concluyó sus palabras invitando a rezar al Señor, “para que conduzca nuestro camino hacia un futuro mejor”.
A continuación el texto completo:
«Queridos hermanos y hermanas, estoy contento de estar hoy juntos en este Templo Mayor. Agradezco las corteses palabras del Dr. Di Segni, de la Dra. Dureghello y del abogado Gattena, y a todos los presentes por el caluroso recibimiento. Todà rabbà. ¡Gracias!
En mi primer visita a esta sinagoga como obispo de Roma, deseo expresar a los presentes –haciéndolo extensivo a todas las comunidades judías– el saludo fraterno de paz de esta Iglesia y de toda la Iglesia católica.
Nuestras relaciones me importan mucho. Ya en Buenos Aires iba con cierta frecuencia a las sinagogas para encontrar a las comunidades allí reunidas, para seguir de cerca las fiestas y conmemoraciones judías y dar gracias al Señor, que nos da la vida y que nos acompaña en el camino de la historia.
A lo largo del tiempo se ha creado una relación espiritual que ha favorecido el nacimiento de auténticas relaciones de amistad y también ha inspirado un empeño común.
En el diálogo interreligioso es fundamental que nos encontremos como hermanos y hermanas delante de nuestro Creador y a Él rindamos alabanza, que nos respetemos y apreciemos mutuamente y tratemos de colaborar.
En el diálogo judío-cristiano hay una relación única y peculiar, en virtud de las raíces judías del cristianismo: judíos y cristianos tienen que sentirse por lo tanto hermanos, unidos por el mismo Dios y por un rico patrimonio espiritual común (cfr Declaración Nostra aetate, 4), en el cual basarse y seguir construyendo el futuro.
Con esta visita mía, sigo las huellas de mis predecesores. El papa Juan Pablo II vino aquí hace 30 años, el 13 de abril de 1986; y el papa Benedicto XVI estuvo con vosotros hace seis años. Juan Pablo II en aquella ocasión acuñó la hermosa expresión ‘hermanos mayores’ y de hecho vosotros sois nuestros hermanos y nuestras hermanas mayores en la fe.
Todos pertenecemos a una única familia, la familia de Dios, quien nos acompaña y nos protege como su pueblo.
Juntos, como judíos y como católicos, estamos llamados a asumir nuestras responsabilidades en favor de esta ciudad, aportando nuestra contribución, sobre todo espiritual, y favoreciendo la solución de los distintos problemas actuales.
Deseo que crezca cada vez más la cercanía, el recíproco conocimiento y la estima entre nuestras dos comunidades de fe. Por esto es significativo que haya venido hoy 17 de enero, cuando la Conferencia Episcopal Italiana celebra el “Día del diálogo entre católicos y judíos”.
Hemos celebrado hace poco el 50 aniversario de la declaración Nostra Aetate, del Concilio Vaticano II, que volvió posible el diálogo sistemático entre la Iglesia católica y el judaísmo.
El 28 de octubre pasado, en la Plaza de San Pedro, tuve la oportunidad de saludar también a muchos representantes judíos, y me expresé así: “Hay que agradecer especialmente a Dios, por la verdadera y propia transformación que tuvieron las relaciones entre cristianos y judíos en estos cincuenta años. Indiferencia y oposición se han cambiado en colaboración y benevolencia. De enemigos y extraños nos hemos vuelto amigos y hermanos.
El Concilio, con la Declaración Nostra Aetate, ha trazado el camino del ‘sí’ al descubrimiento de las raíces judías del cristianismo; ‘no’ a cualquier tipo de antisemitismo, y condena a toda injuria, discriminación y persecución que se derivan”.
Nostra Aetate ha definido teológicamente por primera vez, de manera explícita, las relaciones entre la Iglesia católica y el judaísmo.
Claramente, ella no ha resuelto todas las cuestiones teológicas sobre el tema, pero ha dado hecho referencia dando coraje, y un importantísimo estímulo para posteriores y necesarias reflexiones. Sobre esto, el 10 de diciembre de 2015, la Comisión para las relaciones religiosas con el judaísmo ha publicado un nuevo documento que enfrente los temas teológicos que han emergido en las últimas décadas que pasaron desde la promulgación de Nostra Aetate.
De hecho, la dimensión teológica del diálogo judío-católico merece ser cada vez más profundizado y deseo animar a todos quienes se han empeñado en este diálogo para que sigan en tal sentido, con discernimiento y perseverancia.
Justamente desde el punto de vista teológico, aparece claramente la indivisible relación que une a cristianos y judíos. Los cristianos para entenderse a sí mismos, no pueden dejar de hacer referencia a las raíces judías, y la Iglesia si bien profesa la salvación a través de la fe en Cristo, reconoce la irrevocabilidad de la Antigua Alianza y el amor constante y fiel de Dios por Israel.
Junto a los temas teológicos, no debemos perder de vista los grandes desafíos que el mundo de hoy enfrenta. La de una ecología integral es ahora prioritaria, y en cuanto cristianos y judíos tenemos que ofrecer a la humanidad entera el mensaje de la Biblia sobre el cuidado de la creación.
Conflictos, guerras, violencia e injusticias abren heridas profundas en la humanidad y nos llaman a reforzar el compromiso por la paz y la justicia.
La violencia del hombre sobre el hombre está en contradicción con toda religión digna de este nombre, y en particular con las tres grandes religiones monoteístas”. La vida es sagrada en cuanto un don de Dios. El quinto mandamiento del decálogo dice ‘No asesinar’ (Es 20,13). Dios es el Dios de la vida y quiere siempre promoverla y defenderla; y nosotros creados a su imagen y semejanza debemos hacer lo mismo.
Cada ser humano en cuanto creatura de Dios es nuestro hermano, independientemente de su origen o de su pertenencia religiosa. Cada persona tiene que ser vista con benevolencia, como hace Dios, que pone su mano misericordiosa a todos, independientemente de su fe o proveniencia, y que atiende a todos los que tienen más necesidad de Él: los pobres, los marginados, los indefensos.
Allí donde la vida está en peligro estamos llamados a protegerla aún más. Ni la violencia ni la muerte tendrán nunca la última palabra delante de Dios, que es el Dios del amor y de la vida.
Nosotros tenemos que rezarle con insistencia para que nos ayude a practicar en Europa y en Tierra Santa, en Oriente Medio, en África y en cada parte del mundo la lógica de la paz, de la reconciliación, del perdón y de la vida.
El pueblo judío durante su historia ha tenido que sufrir la violencia, la persecución, hasta el exterminio de los hebreos europeos durante la Shoah. Seis millones de personas solamente porque pertenecían al pueblo judío, han sido víctimas de la más inhumana barbarie, perpetrada en una ideología que quería sustituir el hombre a Dios.
El 16 de octubre de 1943, más de mil hombres, mujeres y niños de la comunidad judía de Roma, fueron deportados a Auschwitz.
Hoy deseo recordarlos de manera particular: sus sufrimientos, sus angustias, sus lágrimas no tienen que ser nunca olvidadas. Y el pasado nos debe servir de lección para el presente y para el futuro.
La Shoah nos enseña que es necesaria siempre la máxima vigilancia, para poder intervenir tempestivamente en defensa de la dignidad humana y de la paz. Quiero expresar mi cercanía a cada testigo de la Shoah que aún vive, y dirijo mi saludo particular a quienes de ellos están hoy aquí presentes.
Queridos hermanos mayores, tenemos que estar verdaderamente agradecidos por todo lo que ha sido posible realizar en los últimos cincuenta años, porque entre nosotros han crecido y se han profundizado la comprensión recíproca, la mutua confianza y la amistad.
Recemos junto al Señor, para que conduzca nuestro camino hacia un futuro bueno, mejor. Dios tiene para nosotros proyectos de salvación, como dice el profeta Jeremías: ‘Yo conozco los proyectos que he hecho para vosotros -oráculo del Señor-, proyectos de paz y no de desventura, para conceder un futuro lleno de esperanza” (Ger 29,11).
Que el Señor nos bendiga y nos proteja, Haga resplandecer su rostro sobre nosotros y nos done su gracia. Dirija a nosotros su rostro y nos conceda la paz (cfr Nm 6,24-26). ¡Shalom alechem!».
El viaje del Papa a México: los obispos precisan
Presentan los recorridos del Pontífice. Muy significativo será el encuentro con los jóvenes, en un país donde el 50 por ciento de la población tiene menos de 28 años
La Conferencia Episcopal de México ha publicado anoche un comunicado en su web, precisando los preparativos en el país azteca con motivo del viaje apostólico que Papa Francisco realizará del 12 al 17 de febrero próximo.
Poco después en una rueda de prensa, el coordinador general de la visita pontificia, Roberto Delgado, indicó que Santo Padre recorrerá durante su estadía en México casi 400 kilómetros en el papamóvil o en el vehículo cerrado y que será el mismo Pontífice quien tomará la decisión final. También presentaron los mapas con los itinerarios. La ciudad en donde más transitará el Papa es en el Distrito Federal, recorriendo unos 222 kilómetros.
A continuación el texto de los obispos:
Con el lema “Misionero de misericordia y paz” el Papa Francisco visitará México del 12 al 17 de febrero para testimoniar a Jesucristo, rostro de la misericordia de Dios, confirmar a los católicos en la fe, la esperanza y el amor, y para compartir a los hombres y mujeres de buena voluntad aquellos valores que hacen posible edificar una vida, una familia y una sociedad en donde todos podamos alcanzar un desarrollo integral y una vida en paz.
Los preparativos se intensifican para recibir al Santo Padre y a quienes participarán en las vallas y eventos que presidirá en las diócesis de México, Ecatepec, San Cristóbal de Las Casas, Tuxtla Gutiérrez, Morelia y Ciudad Juárez.
Para afinar detalles, esta semana acudieron a las sedes anfitrionas Mons. Guido Marini, Maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias; el Dr. Domenico Giani, Inspector General de la Gendarmería de la Santa Sede y algunos oficiales; así como el Dr. Mateo Bruni, de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, quienes estuvieron acompañados por el equipo de Coordinación General del Viaje Apostólico.
En las reuniones de trabajo, en las que participaron diversas autoridades, se destacó la importancia de la juventud mexicana para apoyar voluntariamente en la organización de las vallas y los eventos. La inscripción para ello puede hacerse en el sitio oficial de la Visita: www.papafranciscoenmexico.org.
El apoyo de la juventud es factible ya que, según la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica 2014, 50% de la población en México tiene 27 años de edad o menos, y el 83% de los jóvenes entre 12 y 29 años se declaran católicos (cf. Encuesta Nacional de la Juventud 2010).
Por eso, un momento muy significativo de la Visita será el encuentro del Papa con la juventud mexicana el 16 de febrero a las cuatro de la tarde en el Estadio José María Morelos y Pavón de Morelia, en el que también podrán participar jóvenes que no son cercanos a la Iglesia o no forman parte de ella, teniendo en cuenta lo que ha dicho el Papa: “Jóvenes aunque piensen diferente, aunque tengan su punto de vista diferente, quiero que vayan acompañados, juntos, buscando la esperanza, buscando el futuro y la nobleza de la patria”.
Entre los avances que se han registrado en los últimos días está el diseño de los boletos para las misas y eventos, los cuales tendrán, además de la leyenda “GRATUITO”, algunos candados de seguridad e indicaciones respecto de los accesos, horarios de ingreso y lo que no está permitido portar.
Ha comenzado el proceso de su impresión y serán entregados a finales de enero a los obispos de las 93 diócesis México para que cada uno los distribuya en su respectiva diócesis de la manera que considere oportuna, procurando incluir también a quienes no participan en la Iglesia.
Para la asignación de los boletos a las 93 diócesis de México, las diócesis anfitrionas han tenido en cuenta, además de las solicitudes que les han sido enviadas, el número de habitantes de cada una de ellas, el número de católicos, de consagrados, religiosas, seminaristas, diáconos y sacerdotes, así como la proximidad geográfica respecto al lugar de la Misa o del evento. Es importante reiterar que los boletos son absolutamente gratuitos.
Fátima: hay expectativa por la canonización de Francisco y Jacinta, y la beatificación de Lucía
El 13 de mayo de 2017, Francisco celebrará en Fátima el centenario de las apariciones. El proceso diocesano para la beatificación de Lucía debería concluir este año
La investigación diocesana para el proceso de beatificación de Sor Lucía de Jesús, una de los tres videntes de las apariciones de la Virgen María en Fátima, debería estar terminado a finales de este año. Lo indicó la vicepostuladora de la causa, Sor Angela Coelho, a la oficina de prensa del Santuario de Fátima, en el marco de una entrevista que tuvo lugar la semana pasada.
El proceso destinado a la beatificación de la hermana Lucía, fallecida el 13 de febrero de 2005 en el convento carmelita de la ciudad portuguesa de Coimbra, todavía está en la fase diocesana.
Sor Angela Coelho recordó que hay mucha expectativa sobre el proceso de canonización de Francisco y Jacinta Marto, beatificados el 13 de mayo de 2000 por san Juan Pablo II, porque existe la esperanza de que pueda ser completado para el centenario de las apariciones, que se celebrarán en Fátima con la presencia del papa Francisco.
Al indicar el estado del proceso de la hermana Lucía, la vicepostuladora indicó: “No tengo certezas, pero estamos trabajando en ello, sin dejar de reconocer la complejidad de la historia de vida de Lucía”.
Añadió que el proceso de la hermana Lucía concluiría este año y luego será traducido al italiano para ser presentado a la Congregación para las Causas de los Santos.
La religiosa indicó que además del análisis de la correspondencia de Lucía, “están también siendo interrogados los testigos del proceso, las personas que ella conocía y con quien vivía”.
“Son más de 70 mil las cartas recibidas y respondidas por la hermana Lucía desde la década de los 80, de todas partes del mundo y de los más variados orígenes, desde ciudadanos anónimos hasta papas, cardenales, embajadores y otros” dijo.
Sor Ángela Coelho precisó que “se trata de un proceso complejo en el que vivió: dos guerras mundiales; la guerra civil española; el ascenso y la caída de la Unión Soviética y por las preocupaciones que tenía”.
De hecho ‘la Señora vestida de blanco, con una luz más brillante que el sol’ en el curso de las apariciones iniciadas el 13 de mayo de 1917 les permitió tener una visión del infierno, les invitó a la devoción al Corazón Inmaculado de María, y les dijo cuando el Zar Nicolas II Romanov estaba en el poder: “Rusia expandirá sus errores por el mundo promoviendo guerras y persecuciones a la Iglesia, los buenos serán perseguidos, el Santo Padre tendrá mucho que sufrir, varias naciones serán destruidas”. Predijo también el final de la Primera guerra mundial y el inicio del segundo conflicto mundial, y prometió “Rusia se convertirá y por fin mi Inmaculado Corazón triunfará”. Además de la tercera parte o secreto de Fátima, atribuido al atentado que sufrió san Juan Pablo II por manos de Alí Agca.
“Creo que en su celda –añadió la vicepostuladora– esta religiosa cargaba el dolor del mundo del siglo XX, además de su propio dolor personal”, por lo que “toda la atención que dispensamos y la seriedad y consideración con la que hacemos este trabajo son fundamentales”. Y añadió: “El tiempo que estamos empleando para realizar el proceso beneficia a Lucía, pero también al Mensaje de Fátima”.
Sor Ángela Coelho precisó que “en este proceso están trabajando 15 teólogos de diversas nacionalidades, que se han dedicado en cuerpo y alma a esta labor de estudio”. Además han tratado de “superar algunos obstáculos con el fin de facilitarle el trabajo a Roma”.
“Tuvimos siempre cuidado –concluyó– sobre la necesidad de una declaración inequívoca: es un santo y la Iglesia tiene que darse cuenta de esto y debe tener esta certeza al beatificarla”.
Irán desmantela el programa nuclear y Occidente levanta las sanciones
El final del embargo llega después de la inspección de la OIEA. El acuerdo contaba con el ‘Sí’ de la Santa Sede
El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) confirmó este sábado que Irán ha cumplido las condiciones que permiten poner en marcha el acuerdo nuclear pactado en julio pasado en Viena.
El pacto firmado en julio entre Teherán y el Grupo 5+1, formado por Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Rusia y China más Alemania, recibió el apoyo de la Santa Sede.
Ahora, Estados Unidos y Europa levantaron las sanciones internacionales al país persa, desmanteló su capacidad técnica para fabricar combustible nuclear capaz de ser usado en una bomba atómica, y además permitirá inspecciones mucho más rigurosas. Cayó por lo tanto la prohibición de importar y transportar petróleo persa, lo que ya hizo bajar el precio del crudo.
El secretario de estado de EE.UU., John Kerry, firmó siempre el sábado en Viena, los documentos que confirman haber recibido el informe que permite implementar el levantamiento de las sanciones aprobadas por el Congreso de Estados Unidos.
“Confirmo –indicó Kerry en la nota– que la Agencia Internacional de Energía Atómica ha verificado que Irán ha implementado completamente los compromisos que se le exigió”. Y que el final de las sanciones “entra en vigor a partir de ahora”.
Lo mismo hizo el jefe de la diplomacia europea, Federica Mogherini, asegurando que se levantarán las sanciones multilaterales y las impuestas por países individuales. “Hoy hemos logrado –dijo la Alta Representante de Política Exterior y Seguridad Común de la UE— la aplicación del Plan de Acción Integral Conjunto“.
Por su parte, la Santa Sede había calificado el acuerdo como “positivo” en julio, cuando fue firmado. El Vaticano expresó además su esperanza de que “dichos frutos no se limiten solo al ámbito del programa nuclear, sino que se extiendan a otros sectores”.
Desde Estados Unidos el presidente Obama indicó: “Siguiendo los compromisos de EEUU, revoco los decretos que impusieron las sanciones”, mientras que su par iraní, Hasan Rohani, declaró este domingo ante el Parlamento que “los iraníes tendemos la mano al mundo en señal de paz, dejamos atrás todas las diferencias, sospechas y complots y abrimos un nuevo capítulo en las relaciones de Irán con el mundo”.
Como símbolo de buena voluntad Therán han puesto en libertad este sábado a cuatro prisioneros de doble nacionalidad irano-estadounidense, y lo mismo hizo Washington con otros siete iraníes presos en Estados Unidos.
Entretanto el primer ministro de Israel, Benjamín Netayahu, lamentó el final de las sanciones, porque dijo: “Irán no ha renunciado a su aspiración de tener armas nucleares y continuará socavando la estabilidad en Oriente Próximo y propagando terrorismo en todo el mundo”.
“Israel continuará –aseguró Netayahu– vigilando y alertando ante cualquier violación de Irán ya sea en el acuerdo nuclear como en el acuerdo sobre sus misiles balísticos y el terrorismo. Incluso tras la retirada de las sanciones”.
Y desde Estados Unidos el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan, acusó que Irán es “el principal Estado que apoya al terrorismo en el mundo”. Recordó además que la mayoría republicana de la Cámara de representantes, en junio votó en contra del acuerdo.
Mientras que se festejaba el deshielo, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos puso en la lista negra a once empresas sospechosas de haber favorecido la entrega de piezas para misiles balísticos a Irán, escondiendo la finalidad gracias a una red de fachada.
Daesh mata a 280 personas y secuestra a otras 400 en Siria
Entre los rehenes hay mujeres, niños y familias enteras
Al menos 400 civiles han sido secuestrados en la madrugada de este domingo por el autoproclamado Estado Islámico (Daesh, por su acrónimo en árabe) en la ciudad de Deir al-Zour, en el este de Siria.
Según informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), los combatientes fundamentalistas raptaron a estas personas del barrio de Al Baghailiye y de la zona noroeste de la citada localidad, donde lanzaron un ataque que causó unos 280 muertos.
Los rehenes fueron trasladados a la periferia occidental de Deir al-Zour y a la zona de Maadan, en las afueras de Raqqa, el principal bastión de Daesh en Siria. La ONG con sede en el Reino Unido manifestó su temor de que los yihadistas ejecuten a los secuestrados, entre los que se encuentran mujeres, niños y familias enteras.
Por su parte, la agencia oficial siria SANA señaló que el grupo terrorista ejecutó a 280 personas, incluidas varias decenas de niños y mujeres, que en su mayoría eran familiares de soldados destinados en Deir al-Zour. La matanza vuelve a poner de manifiesto la extraordinaria importancia estratégica de la zona, rica en petróleo y conectada con la llamada capital del autoproclamado Estado Islámico.
Las fuerzas gubernamentales apenas controlan unos pocos barrios en el norte de la ciudad, así como el aeropuerto militar. Daesh proclamó a finales de junio de 2014 un califato en Siria e Irak, donde conquistó zonas del norte y el centro de ambos países.
Al mes siguiente, avanzó por la provincia de Deir al-Zour, fronteriza con el territorio iraquí, donde se hizo con casi su dominio total. Esta semana se cumplió un año del cerco impuesto por los radicales a los barrios en manos de los militares del Ejército sirio.
Desde el inicio del conflicto, 260 mil personas han muerto en Siria y casi doce millones se han visto desplazadas o exiliadas. Tras varios intentos fallidos para resolver la situación, la ONU tratará nuevamente de reunir al gobierno y a la oposición el 25 de enero en Suiza para negociar un alto el fuego y una transición pacífica.
Beato Marcelo Spínola y Maestre – 19 de enero
«Este fundador de la congregación de las Esclavas del Divino Corazón, gran jurista, fue aclamado abogado de los pobres y arzobispo mendigo por su acción a favor de los desfavorecidos por los que se desvivió y pidió limosna»
Nació en San Fernando, Cádiz, España, el 14 de enero de 1835. Su padre, el marqués de Spínola, era un ilustre oficial de la Marina. Pero él orientó su vida profesional licenciándose en derecho en la universidad de Sevilla el año 1856. Incluso abrió su propio despacho en Huelva durante un tiempo, poniendo su buenos oficios al servicio de los necesitados, a los que prestaba ayuda desinteresadamente. De ahí el apodo que le dieron: «el abogado de los pobres». Desde su más tierna infancia había experimentado una singular devoción por el Sagrado Corazón de Jesús, y los talentos que Dios le había otorgado estaban a merced de todos. Cuando su padre tomó posesión de la plaza de Sanlúcar de Barrameda como comandante de Marina, Marcelo lo siguió. Había crecido en las ciudades de Motril, Valencia, Huelva, Sevilla y Sanlúcar. A ellas añadiría nuevos destinos. Era la vida itinerante de un hijo de militar, de un hombre bueno, afable, humilde y alegre, que conservaba estampas de las gentes sencillas a las que fue conociendo y supo ganarse con su generosidad y simpatía.
Ya tenía cierta edad cuando sintió la llamada al sacerdocio y enseguida dio un sí a Cristo. Cursó estudios eclesiásticos en el seminario de Sevilla y fue ordenado sacerdote en 1864. Su primera misa la celebró en la iglesia de San Felipe Neri. Después, le encomendaron la capellanía de la iglesia de la Merced, de Sanlúcar. Vinculado a las cofradías, se integró en la Hermandad de San Pedro y Pan de los Pobres, hasta que en 1871 el cardenal de la Lastra y Cuesta le confió la parroquia de San Lorenzo de Sevilla. En esta ciudad se incorporó a la Hermandad del Gran Poder, de la que fue mayordomo y director espiritual, así como a la Hermandad de la Soledad. Fue en esta parroquia cuando en 1874 conoció en el confesionario a la recién enviudada Celia Méndez, con la que tiempo después habría de poner en marcha la fundación de las Esclavas.
En 1879 fue nombrado canónigo de la catedral de Sevilla por el arzobispo Lluch, y en 1881 designado obispo auxiliar de la diócesis hispalense. En 1884 su fecunda labor pastoral ya había traspasado las fronteras, y León XIII lo nombró obispo de Coria, Cáceres. Dos años escasos fueron suficientes para dejar impreso su sello apostólico. Allí fundó en 1885 la congregación de las Esclavas del Divino Corazón junto a la sierva de Dios, Celia Méndez. En 1886 fue trasladado a Málaga impulsando en la diócesis una acción inolvidable con los desfavorecidos, a la par que encabezaba una sólida defensa de los derechos de los trabajadores a través de los medios pastorales que tenía a su alcance.
Juzgó que la Iglesia no había acogido a los pobres, y quiso paliar la situación. En 1896 regresó a Sevilla, diócesis de la que fue nombrado arzobispo. Fundó «El Correo de Andalucía», que nació con el objetivo de «defender la verdad y la justicia». Y cuando la peste asoló la ciudad en 1905, recorrió las calles sevillanas desafiando el sol de justicia del mes de agosto, pidiendo limosna para los damnificados. Entonces las gentes acuñaron para él nuevo título: el «arzobispo mendigo». Poco después, ese mismo año de 1905, san Pío X lo elevó al cardenalato.
Era un hombre piadoso, de intensa oración y mortificación, extremadamente sensible a las necesidades y al sufrimiento de sus fieles, y un infatigable apóstol. Hogares, círculos obreros, centros en los que se daba de comer a quienes lo precisaban, orfanatos, escuelas nocturnas, creación de la facultad de teología de Sevilla, etc., rubrican su impronta. Recorrió todas las diócesis en las que ejerció su ministerio viajando en un mulo, luchó contra el intento de desplazar la enseñanza de la religión de los centros públicos siendo senador de Granada, consoló a los afligidos, y llevó el evangelio por todos los rincones, predicando y confesando.
Alguna vez se sintió tentado a renunciar al episcopado considerándose indigno de asumirlo, y fue disuadido de ello. En el centro de su corazón: la Eucaristía: «La obra maestra del amor de Jesucristo a la humanidad es la Eucaristía; maravilla que sería increíble si Jesucristo no amara como Dios». «La Eucaristía se halla a nuestro alcance. Todos podemos acercarnos a Cristo huésped y conversar con él, y percibir el calor de su palabra. ¡La palabra! ¡Cómo enardece los ánimos! ¡Cómo los enardecerá la palabra de Cristo! Todos podemos llegarnos al altar cuando se inmola y nos grita: Mirad cuánto os he amado y amo. Y todos podemos sentarnos a su mesa y comer el pan y beber el vino embriagador de la caridad».
Con clarividencia y profundidad, como santo que era, en una de sus cartas, escribió: «El sacerdote puede con su palabra imitar, aunque sea de lejos, a Cristo, y ejecutar las maravillas que hacía con la suya el celestial Maestro; para que la palabra sacerdotal posea tamaña eficacia es menester que sea total y verdaderamente divina, lo cual no se verificará cumplidamente, sino sometiéndose el ministro del Evangelio a un doble procedimiento: vaciarse de sí y llenarse de Dios». Murió en Sevilla el 19 de enero de 1906 cuando regresaba de asistir a los esponsales del rey Alfonso XIII. Juan Pablo II lo beatificó el 29 de marzo de 1987.
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Lunes 18 de enero