El mensaje del santo padre Francisco para la Cuaresma 2016, ha sido presentado este martes en la sala de prensa de la Santa Sede por el cardenal Francesco Montenegro, arzobispo de Agrigento, miembro del Pontificio Consejo Cor Unum; por el secretario del mismo, monseñor Giampietro Dal Toso; y el subsecretario, monseñor Segundo Tejado Muñoz. El mensaje lleva por título “Misericordia quiero y no sacrificios. Las obras de misericordia en el camino jubilar”.
El cardenal, que está viviendo en primera persona los desembarques de inmigrantes que se producen en su diócesis en el sur de Italia, indicó que el Papa en la primera parte del Mensaje nos ayuda a recuperar el significado fundamental del término misericordia a través de las páginas de la Biblia.
Y así entender que “ser misericordiosos como el Padre, no puede traducirse en simples gestos rituales, sino que necesita ser vivido con gestos concretos que nacen del ‘haber tocado con la mano’ la misericordia Divina”.
La segunda consideración, prosiguió el purpurado, es que no podemos pensar que ese Rostro del Señor haya dejado de hacerse presente en nuestra historia. Por ello, “el Papa desea que durante la Cuaresma cada cristiano sienta la necesidad de nutrirse fuertemente con la palabra de Dios y al mismo tiempo abrir el corazón hacia quien sufre ejercitándose en vivir las obras de misericordia”. Y señaló entre los desafíos de gran envergadura «el de las migraciones”.
Sobre el tema, el cardenal, que también es director de la Cáritas diocesana, lamentó que no siempre relacionemos el recibir a los inmigrantes con el Evangelio. Porque nos olvidamos que si hay poblaciones que se desplazan es porque sufren la guerra y la persecución, y que el cristiano «no puede detenerse a la espera de las soluciones técnicas, sino que debe recibir al hermano».
“Es terrible saber –dijo el cardenal– que el Mediterráneo se haya vuelto una tumba enorme con 25 mil personas que murieron este año intentando cruzarlo según los datos oficiales», a los que se suman «otros 25 mil muertos que no figuran en las estadísticas oficiales”. Por todo ello es necesario “crear una red de acogida si nuestro corazón es el del Evangelio”.
Porque “a veces se tiende a pensar que la fe se pueda vivir solamente participando en los sacramentos o rezando de formas diversas, excluyendo de la vida espiritual las necesidades de los más pobres. El resultado es que ese tipo de fe antes o después se vuelve estéril”.
Respondiendo a los periodistas señaló que la Iglesia italiana está dando su respuesta. «Unas 26 mil personas han sido recibidas en las realidades parroquiales» dijo. Además existen 366 comedores de Cáritas y otras muchos de otros entes, que son símbolo de una Iglesia atenta. Recordó que «la tarea de la Iglesia es ponerse al lado del necesitado, como el buen samaritano».
El cardenal concluyó diciendo que “el tiempo fuerte del Jubileo se entrelaza con el tiempo de Cuaresma”, volviéndose “una riqueza extraordinaria para la conversión y el crecimiento espiritual de cada cristiano».
Por su parte, monseñor Dal Toso se interrogó sobre el motivo por el cual el Papa quiso desempolvar las Obras de misericordia (dar de comer a los hambrientos, de beber a los sedientos, vestir a los desnudos, alojar a los peregrinos… etc.), obras que por mucho tiempo han sido un poco olvidadas y banalizadas. Y consideró que las ha invocado porque indican “más que una acción, una relación”. O sea, que no se limitan a realizar una buena acción, sino que la misericordia restablece la relación con Dios y con el hermano.
El secretario de Cor Unum señaló también una iniciativa querida por el papa Francisco: que los operadores de la caridad en la Iglesia hagan una jornada de retiro en el tiempo de Cuaresma, porque “no podemos ofrecer misericordia sin antes haberla recibido”. Una iniciativa a todos los niveles, incluso parroquiales y para la cual se puede obtener material en la web www.corunumjubilaeum.va.
Además, otra iniciativa que se realizará en el Vaticano es un congreso internacional con motivo de los diez años de la encíclica de Benedicto XVI, Deus Caritas est, publicada el 25 de enero de 2006. Será el 25 y 26 de febrero próximo en el aula nueva del Sínodo, ha sido muy querida por el papa Francisco, y contará con la presencia de varios cardenales.
Presentación del mensaje de Cuaresma de 20. El cardenal Francesco Montenegro; el secretario del mismo, Mons. Giampietro Dal Toso; y el subsecretario, Segundo Tejado Muñoz (Foto ZENIT-HSM)
Cor Unum: 'Recibir a los inmigrantes es vivir las obras de misericordia'
Presentan el mensaje de la Cuaresma a los periodistas. Francisco quiere una jornada de retiro para todos los operadores de la caridad