El presidente del Consejo del Discernimiento del Interés del Estado, el ayatolá Alí Akbar Hashemí Rafsanyaní, y el actual presidente de Irán, Hasán Rohaní, han enbacezado la lista moderada que ha vencido los comicios a la Asamblea de Expertos, en los que ha participado un 60 por ciento de la población del país con derecho a voto.
Asimismo, los candidatos moderados y reformistas vinculados a Rohaní han sido los grandes ganadores de las elecciones para renovar el Parlamento (Maylis). Ya que, como mínimo, se va a duplicar su presencia en la Cámara. El resultado de los comicios refuerza al presidente iraní en su apuesta por el deshielo con Occidente y la apertura económica.
A pesar de la Revolución Islámica de 1979, Irán nunca ha roto las relaciones diplomáticas con la Santa Sede. El encuentro entre el papa Francisco y Rohaní el pasado 26 de enero en el Vaticano, es una muestra de la buena sintonía existente entre ambos Estados. También la imagen del Pontífice y el mandatario iraní sentados frente a frente en la biblioteca del Palacio Apostólico, es una de las más significativas del deshielo con el mundo occidental.
La mayor parte de la población de Irán no ha conocido otra forma de gobierno que el régimen de los ayatolás que dirige el país desde hace 37 años. La función principal de la nueva Asamblea de Expertos, que tendrá un mandato de ocho años, será elegir entre sus miembros al jefe permanente y espiritual de la República Islámica para que pueda sustituir al septuagenario líder supremo, el ayatolá Alí Jameneí, cuando este no sea capaz de realizar sus funciones.
El líder supremo tiene la última palabra en todos los asuntos de Estado, incluidos la seguridad nacional y la política exterior. Por lo tanto, quien sea designado por este organismo podrá marcar el rumbo del país durante la próxima generación.
Jameneí, en su primera valoración de las elecciones, ha agradecido el domingo por la noche la alta participación de los iraníes. Cerca de 55 millones de electores estaban llamados el viernes a escoger a los 290 representantes del Parlamento y a los 88 clérigos chiíes de la Asamblea de Expertos, dos instituciones actualmente controladas por los conservadores.
Desde hace años, el régimen de Teherán ha desempeñado un papel destacado en los conflictos regionales, un papel que ha fundamentado en gran parte en las relaciones con los grupos chiíes, especialmente en Siria y Líbano, pero también en Irak desde la caída de Saddam Hussein y la invasión americana de 2003, así como con las minorías chiíes de otros países del Golfo Pérsico. Tras el reciente acuerdo sobre el programa nuclear iraní y el levantamiento de las sanciones a este país, se han abierto nuevas expectativas políticas y comerciales internacionales.
(Foto: L'Osservatore Romano)
Irán: los candidatos moderados reciben un fuerte respaldo en las elecciones
Los resultados suponen un voto de confianza a las medidas de apertura al exterior promovidas por el presidente Rohaní