(ZENIT – 9 Dic. 2017).- Con motivo del 50 aniversario de la primera Misa Rítmica que salió después del Concilio Vaticano II, su autor, Alejandro Mejía Pereda, a sus 80 años, ha publicado una edición remasterizada para que pueda seguir usándose.
El próximo lunes, 11 de diciembre de 2017, el autor mexicano la presentará en Roma, en un acto organizado por Ricardo Grzona, presidente de la Fundación Ramón Pané. En el evento, se ofrecerá una ponencia sobre el Vaticano II, ‘Sacrosanctum Concilium’ y la Música Litúrgica, y se hablará de las repercusiones de la Misa Rítmica en América Hispana, España e Italia.
El Maestro Alejandro Mejía narrará su experiencia en la composición y uso en diferentes países y escucharán uno de los cantos y su explicación. El autor de la Misa Rítmica recibirá una distinción al por parte de la Fundación Ramón Pané y se hará una oración cantada con el ritmo del Magníficat de la Misa Rítmica.
A continuación, sigue la entrevista de ZENIT a Alejandro Mejía Pereda, compositor de la primera Misa Rítmica.
¿Qué es la Misa Rítmica?
La Misa Rítmica es una de las primeras melodías para la Liturgia Eucarística aprobadas por la Diócesis de Roma después del Concilio Vaticano II, en 1967. Y luego por el Vaticano.
Se escribió siguiendo los principios que marca la constitución para la Sagrada Liturgia (Sacrosanctum Concilium) en cuanto a la Música Sacra se refiere.
¿Cómo surge el deseo de elaborar esta iniciativa?
Al pensar en lo que el Concilio Vaticano II abría para la Iglesia la novedad de músicas autóctonas y a la vez originales, hubo dos circunstancias que me llevaron a componer la Misa Rítmica: primero en nuestra congregación teníamos un grupo de apostolado de jóvenes en EUR (Roma) y segundo, que la novedad musical del rock había inspirado algunas melodías religiosas en rock. Y entonces yo me puse analizar el sentido espiritual de ese tipo de música y no la encontré muy apta para manifestar la fe en la relación entre el cristiano y Dios. Entonces me propuse hacer otra cosa, algo distinto con inspiración en el canto gregoriano, por un lado, y en los espirituales negros por otro lado. Los Espirituales luego inspiraron el mismo jazz. Por lo tanto añadirle ritmo a un trasfondo espiritual ha sido la novedad en el momento.
¿Cómo responde la Misa Rítmica a las innovaciones litúrgicas que propuso el Concilio Vaticano II?
La Misa Rítmica trata de ser por un lado, fácil de aprender dentro del estilo tradicional de la Iglesia, que es el estilo responsorial, con un solista y la asamblea. El solista puede tener algunas partes más difíciles pero la asamblea pues, tiene una respuesta más fácil y en general canta con mucho gusto las melodías de esta Misa. Y por otro lado responde a que se siguen los lineamientos de ‘Sacrosanctum Concilium’, en cuanto a que “el pueblo debe cantar”. Entonces con estas melodías el pueblo sí canta en el templo. Sobretodo cuando corresponde la música con lo que sienten en el corazón los cristianos que en un templo es estar frente al Padre al Hijo del Espíritu Santo. Cantar, entonces es sentir también la vivencia de Dios en sí mismos. Para mí es una gran satisfacción cuando voy a Misa y que cantan melodías tomadas de la Misa Rítmica, sobre todo cuando el pueblo se pone a cantar y aprende esos cantos y lo perciben como algo muy religioso por un lado, y muy suyos por otro. Creo que el pueblo sí se apropió de estas melodías.
¿En qué sentido la Misa Rítmica es una iniciativa para evangelizar?
La evangelización tiene una parte que es la celebración. Después del anuncio que llamamos ‘kerygma’, viene la evangelización y el tercer momento es la el festejo del anuncio que cambia la mente y el corazón. Es entonces cuando la Eucaristía se celebra y participa el pueblo. Al finalizar la celebración sale la gente contenta de haber concelebrado la Eucaristía a través de su participación con el canto. Con el sacerdote presidente de la asamblea, y los fieles que todos cantan. Es el momento del festejo del evangelizado que también es evangelizador. Incluso muchos grupos religiosos usan estas melodías en sus misiones de evangelización, pues son conocidas y fáciles de cantar.
¿Cuándo y cómo llevó a cabo la transcripción digital?
Bueno, la idea de la transcripción digital de la Misa Rítmica en sí es la nueva grabación, pues estamos a 50 años de la primera grabación que se hizo con los padres Paulinos en Albano (en su primera edición en idioma italiano): ellos difundieron con mucho gusto la Misa Rítmica y luego recomendaron a los españoles de tal manera que me invitaron a grabar en Madrid y así se hizo y después. También grabé en México y ahora pues unos exalumnos míos quisieron celebrar los cincuenta años de la composición de la Misa Rítmica. Esta nació viva porque mientras componía el canto al siguiente domingo ya lo poníamos en la asamblea de los jóvenes del EUR. Y entre estos estudiantes que tuve en México y en Medellín (Colombia) está un señor muy dinámico, que es Ricardo Grzona, argentino, y que además de haber sido un estudiante de catequesis pues es muy apostólico y es muy amigo mío, y otros tres estudiantes de México: Eduardo Acosta, Jorge Pastor y Francisco Aguilera, que han querido celebrar esto grabando con orquesta, nuevos coros y arreglos orquestales y corales en un estudio que ellos tienen y que es uno de los mejores de la ciudad de México.
Además de este magnífico homenaje que le brinda la Fundación Ramón Pané por los 50 años de la Misa Rítmica, ¿se celebrará el aniversario de alguna manera especial?
Esta grabación digitalizada, pues es la gran novedad ahora en este último mes y como primicia será presentada aquí en Roma, donde se inspiró y en México el próximo mes.
Alejandro Mejía saluda a San Juan Pablo II © Ricardo Grzona
50 años Misa Rítmica: Entrevista a su autor, Alejandro Mejía Pereda
El lunes 11 de diciembre se presentará la edición remasterizada