(ZENIT – 26 Dic. 2017).- Que la Navidad «inspire el deseo de construir un futuro más fraternal y solidario» y «brinde alegría y esperanza a todos».
Estos son los deseos del Papa Francisco después de la solemne bendición de la Navidad sobre la Ciudad y sobre el Mundo Urbi et Orbi, el lunes 25 de diciembre, desde el balcón central de la Basílica de San Pedro.
El Vaticano anuncia que alrededor de 50.000 visitantes estuvieron presentes en la plaza.
El Papa estuvo acompañado por los cardenales Leonardo Sandri, quien anunció la bendición, y Prosper Grech, O.S.A.
Esta es la quinta Navidad del Papa Francisco en el Vaticano y el 81° aniversario de su bautismo, celebrado el 25 de diciembre de 1936, en Buenos Aires.
«Para ustedes, queridos hermanos y hermanas, que vinieron de todas partes del mundo a este lugar, y para todos aquellos que, desde diferentes países, están conectados por radio, televisión y otros medios de comunicación, les envío mis mejores deseos», dijo el Papa en italiano.
Francisco invitó a la solidaridad diciendo: «Que el nacimiento de Cristo, el Salvador, renueve nuestros corazones, inspire el deseo de construir un futuro más fraterno y solidario que aporte alegría y esperanza a todos. ¡Feliz Navidad!».
En un «tweet» publicado en su cuenta @Pontifex _es (el Papa es seguido por más de 40 millones de personas en Twitter), el Papa agrega esta invitación a mirar el pesebre: «Detengámonos a contemplar el pesebre; entremos en la verdadera Navidad con los pastores, llevando al Niño Jesús lo que somos».
En su mensaje de Navidad, el Papa invita a contemplar al Niño de la cuna y a no encerrarse ante el dolor de los niños del mundo, haciendo un recorrido por todos los países cuyos niños sufren.
Por la noche, en su homilía también invitó a abrirse a la angustia del mundo, desde la contemplación de las precarias condiciones de vida de la Sagrada Familia, obligado a abandonar su tierra natal (de Nazaret, en Galilea), para el censo de Augusto César, sin ser bienvenido en la tierra de la que es aún nativo, Belén de Judea, ciudad de David, de la que José desciende.
Y pronto se ve obligada a abandonar Judea para dirigirse a Egipto, bajo la amenaza de Herodes. La Sagrada Familia sobrevivirá y no volverá a Judea, sino a la «Galilea de las Naciones». Jesús regresará solo para morir en Jerusalén.
El Papa evocó a los que ahora huyen de Herodes, las familias exiliadas: «Sobrevivir al Herodes del ahora, que, para imponer su poder y aumentar su riqueza, no tienen problema en derramar sangre inocente».
Como es la tradición, el mensaje de Navidad, el Ángelus, la bendición y los deseos del Papa fueron acompañados por los himnos del Vaticano (Gounod) y de Italia (Mameli), algunos de los cuales fueron interpretados por las bandas de la policía –en presencia de destacamentos de la policía italiana– y de la Gendarmería del Vaticano –en presencia de un destacamento de la Guardia pontificia suiza–.
Traducción de Rosa Die Alcolea
Deseos de Navidad 2017 © Vatican Media
Navidad, para "construir un futuro más fraternal y solidario": Saludos del Papa
A todos, «alegría y esperanza»