(ZENIT – 25 junio 2018).- Se trata de apoyar proyectos pastorales de la Iglesia, los cuales impactan la dignidad de las personas.
Los Obispos de Estados Unidos acaban de aprobar, a través del subcomité para la Iglesia en Latinoamérica, un aporte generoso para 207 proyectos pastorales de la Iglesia en Latinoamérica y el Caribe, por la suma de 3.400.000 dólares, y 581.000 dólares para solventar costos de reconstrucción en zonas afectadas por los huracanes Matthew, del 2016, e Irma y María, de 2017, en México.
El subcomité aprobó además una solicitud en fase de desarrollo por $150.00 para la eventual reconstrucción del seminario mayor nacional de Haití, que fue devastado por el terremoto de 2010, según reporta Judy Keane, directora de Asuntos Públicos de la Conferencia de Obispos de EEUU. Los aportes fueron aprobados en la reunión del subcomité, en la Asamblea de Obispos de Estados Unidos en Fort Lauderdale, Florida.
Países
De entre ellos mencionamos un aporte para la formación para agentes de comunicación de Signis Brasil; la participación de jóvenes cubanos de la Jornada Mundial de la Juventud, Panamá 2019; la capacitación y seguimiento a docentes de Formación Integral Humana y Religiosa de la Comisión Nacional de Educación de la CED, República Dominicana; el acompañamiento socio-pastoral de inmigrantes en República Dominicana; ayuda a formación de religiosas en Ecuador; formación de seminaristas en El Salvador; el II Encuentro de Comunicadores Católicos en Guatemala; la participación de haitianos del Encuentro Mundial de las Familias en Dublin, en agosto 2018; catequesis en cárceles de Perú y el Encuentro Nacional de Laicos en Uruguay.
Mons. Eusebio Elizondo, obispo auxiliar de Seattle, y presidente del subcomité para la Iglesia en Latinoamérica, informó a Zenit que “el comité está dando especial atención a los desastres naturales, que ahora se dan con mayor asiduidad, especialmente los producidos por el cambio climático, como ser huracanes. Estos calamidades provocan graves daños a las comunidades más pobres en la fe, y estamos llamados a asistirles. También estamos tratando de ayudar a los millones de venezolanos que están huyendo de su país. Hoy son refugiados en muchas partes del continente americano, y la Iglesia está llamada a aliviar su dolor, para facilitarles la adaptación a su nueva vida, y trabaja con las comunidades que los reciben como hermanos”.
Por su parte, el P. Juan Molina, sacerdote trinitario y director del mencionado subcomité, afirma que el mismo ha “trabajado para apoyar los esfuerzos misioneros y de evangelización de la Iglesia en todos los aspectos”. Y explica que “por esta razón hay diversos proyectos que apoyan la familia, la juventud y el apostolado con los jóvenes adultos, incluyendo el apoyo a la participación del Encuentro Mundial de las Familias en Dublin, y a la Jornada Mundial de la Juventud, en Panamá. El subcomité ha tomado nota que en diversos países gobiernos han limitado la práctica de la fe. Por tal razón apoyamos esfuerzos serios para defender la libertad religiosa, los que pueden tomar mayor magnitud en el futuro”.