Papa Benedicto © Vatican Media

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6 años de la renuncia de Benedicto XVI: Testimonio personal y magisterio

Palabras de Benedicto XVI en su anuncio

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(ZENIT – 11 febrero 2019).- Hace exactamente 6 años, el 11 de febrero de 2013, el Papa Benedicto XVI hizo pública su renuncia al ministerio petrino, una decisión tomada «tras haber examinado ante Dios reiteradamente» su conciencia –aseguró– porque ya no se sentía capaz de llevar –física y espiritualmente–, el peso del pontificado.

Esta es la primera renuncia de un papa por razones de salud y de vejez, motivo que puede llevar a «error» si se le «recordara sólo por esta razón», asegura Andrea Tornielli en su editorial publicado hoy, en Vatican News en español.

Encuentros con víctimas de abusos

Andrea Tornielli, Director Editorial de Dicasterio de Comunicación de la Santa Sede, recuerda que «se corre el riesgo de centrar toda la atención sólo en ese gesto humilde y desestabilizador, terminando así por hacer pasar a un segundo plano el testimonio personal y sobre todo el magisterio de Benedicto XVI».

Dado el inminente inicio del Encuentro para la Protección de Menores que reunirá en el Vaticano a los Presidentes de las Conferencias Episcopales de todo el mundo con el Papa Francisco, Tornielli señala que fue el mismo Benedicto XVI quien inició los encuentros con las víctimas de abusos. «Encuentros lejos de las cámaras, hechos de escucha, oración y llanto».

Purificación y reforma de la Iglesia

Asimismo, el periodista italiano ha valorado el magisterio de Benedicto y ha citado unas significativas palabras del papa alemán: La Iglesia «no posee nada por sí misma ante Aquel que la fundó, de modo de poder decir: ¡lo hemos hecho muy bien! Su significado consiste en ser instrumento de redención, en dejarse penetrar por la Palabra de Dios e introducir al mundo en la unión del amor con Dios».

El actual papa emérito supo mostrar el lado positivo de la secularización, que ha «contribuido de manera esencial a la purificación y a la reforma interior» de la Iglesia misma, también expropiando sus bienes y privilegios.

De este modo, la Iglesia «liberada de cargas y privilegios materiales y políticos, la Iglesia puede dedicarse mejor y de una manera verdaderamente cristiana a todo el mundo, puede estar verdaderamente abierta al mundo», declaró Benedicto XVI en un discurso pronunciado en el Konzerthaus de Friburgo im Breisgau en septiembre de 2011.

Reproducimos la declaración de Benedicto XVI, en el Consistorio Ordinario Público, de 11 de febrero, sobre su renuncia al ministerio de Obispo de Roma, sucesor de san Pedro.

***

Palabras de Benedicto XVI

Queridísimos hermanos:

Os he convocado a este Consistorio, no sólo para las tres causas de canonización, sino también para comunicaros una decisión de gran importancia para la vida de la Iglesia. Después de haber examinado ante Dios reiteradamente mi conciencia, he llegado a la certeza de que, por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio petrino. Soy muy consciente de que este ministerio, por su naturaleza espiritual, debe ser llevado a cabo no únicamente con obras y palabras, sino también y en no menor grado sufriendo y rezando. Sin embargo, en el mundo de hoy, sujeto a rápidas transformaciones y sacudido por cuestiones de gran relieve para la vida de la fe, para gobernar la barca de san Pedro y anunciar el Evangelio, es necesario también el vigor tanto del cuerpo como del espíritu, vigor que, en los últimos meses, ha disminuido en mí de tal forma que he de reconocer mi incapacidad para ejercer bien el ministerio que me fue encomendado. Por esto, siendo muy consciente de la seriedad de este acto, con plena libertad, declaro que renuncio al ministerio de Obispo de Roma, Sucesor de San Pedro, que me fue confiado por medio de los Cardenales el 19 de abril de 2005, de forma que, desde el 28 de febrero de 2013, a las 20 horas, la sede de Roma, la sede de San Pedro, quedará vacante y deberá ser convocado, por medio de quien tiene competencias, el cónclave para la elección del nuevo Sumo Pontífice.

Queridísimos hermanos, os doy las gracias de corazón por todo el amor y el trabajo con que habéis llevado junto a mí el peso de mi ministerio, y pido perdón por todos mis defectos. Ahora, confiamos la Iglesia al cuidado de su Sumo Pastor, Nuestro Señor Jesucristo, y suplicamos a María, su Santa Madre, que asista con su materna bondad a los Padres Cardenales al elegir el nuevo Sumo Pontífice. Por lo que a mi respecta, también en el futuro, quisiera servir de todo corazón a la Santa Iglesia de Dios con una vida dedicada a la plegaria.

Vaticano, 10 de febrero 2013

BENEDICTUS PP. XVI

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Rosa Die Alcolea

Profesional con 7 años de experiencia laboral en informar sobre la vida de la Iglesia y en comunicación institucional de la Iglesia en España, además de trabajar como crítica de cine y crítica musical como colaboradora en distintos medios de comunicación. Nació en Córdoba, el 22 de octubre de 1986. Doble licenciatura en Periodismo y Comunicación Audiovisual en Universidad CEU San Pablo, Madrid (2005-2011). Ha trabajado como periodista en el Arzobispado de Granada de 2010 a 2017, en diferentes ámbitos: redacción de noticias, atención a medios de comunicación, edición de fotografía y vídeo, producción y locución de 2 programas de radio semanales en COPE Granada, maquetación y edición de la revista digital ‘Fiesta’. Anteriormente, ha trabajado en COPE Córdoba y ABC Córdoba.

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