(ZENIT – 14 febrero 2019).- En su visita a la sede de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Santo Padre se ha encontrado con un grupo de 38 representantes de 31 pueblos indígenas, a quienes ha dirigido unas palabras.
En este contexto, Myrna Cunningham, representante del pueblo miskito de Nicaragua, coordinadora del Comité de Coordinación del Foro Internacional de Pueblos Indígenas en el FIDA, ha dirigido al Papa unos palabras de bienvenida.
Siguen las palabras íntegras de la representante del pueblo miskito de Nicaragua:
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Palabras de Myrna Cunningham,
en representación del Foro de los Pueblos Indígenas
Naksa. Lamkula tara maikisna, Miskitu tasba wina. Bakanu wan sinska nani kumi ra mankai, asla laka wal sipsa pawaia, laman laka ba yabalka. ( Reciba saludos desde nuestro territorio indigena Miskitu. Si juntamos todos nuestros pensamientos, podemos avanzar y alcanzar la ruta del Buen Vivir)
Estimado Papa Francisco,
Nosotros, mujeres y hombres de pueblos indígenas, honrados por recibirnos, le agradecemos por sus permanentes aportes y reflexiones a favor de la paz mundial, sus llamados a recorrer los caminos del diálogo, por encima de cualquier intento de usar la fuerza, en lugar de la palabra y la búsqueda del entendimiento.
Nuestros pueblos tienen experiencia pasada y lamentablemente también presente, sobre lo que significa la violencia y el irrespeto por los derechos de los demás. Compartimos y hacemos nuestras sus palabras: «Para conseguir la paz hace falta valor, mucho más que para hacer la guerra.»
Agradecemos los mensajes que ha dado al mundo en relación a nosotros, los pueblos indígenas, reconociendo nuestro carácter de auténticos interlocutores para cualquier esfuerzo nacional, regional o global de desarrollo sostenible y mejora de las condiciones de vida de quienes habitamos este planeta; para lo cual, como Ud. mismo ha destacado, es necesario el establecimiento de ámbitos sólidos e institucionales de diálogo y participación.
Compartimos plenamente lo expresado en su Encíclica “Laudato si”, dedicada al cuidado de nuestra Casa Común.
Si algo nos caracteriza a los Pueblos Indígenas, es nuestra profunda relación con el ambiente, con nuestros territorios ancestrales, con la Pachamama, que forman parte de nuestra identidad. Practicamos una visión en la cual, los seres humanos y la naturaleza, en estrecha y armónica interrelación, garantizamos la vida de todos los seres.
No es ninguna casualidad que los lugares del planeta que se mantienen en mejores condiciones naturales, son aquellos habitados milenariamente por nuestros pueblos.
Pero nuestra práctica ancestral, cada dia enfrenta poderosos enemigos.
Por un lado, la violencia, que Ud. mismo destaca en su Encíclica; expulsandonos de nuestras tierras para proyectos extractivos, agropecuarios y aun energeticos, que solo buscan el lucro, sin atender la degradación de la naturaleza, ni la agresión a las culturas originarias. Casi cada día, hermanas y hermanos, son asesinados en algún punto del planeta, por defender sus tierras, sus aguas, por defender a la Pachamama.
También enfrentamos concepciones conservacionistas, que separan la flora y la fauna de sus ancestrales habitantes, negando la integralidad armónica entre seres humanos y entorno.
Estos problemas, ocurren a pesar de que nos han reconocido derechos humanos fundamentales a través de Declaraciones y Tratados internacionales, que en la práctica, aun están muy lejos de hacerse realidad.
Estimado Papa Francisco,
Como Ud. mismo ha remarcado, “La defensa de la tierra no tiene otra finalidad que no sea la defensa de la vida”.
Los pueblos indígenas defendemos la vida, el ambiente, nuestros territorios ancestrales. Defendemos la diversidad de culturas, idiomas, formas de ver el mundo; protegemos este planeta, que es el único que tenemos, defendemos la humanidad, nuestra Casa Común.
Por tanto, estamos prestos a colaborar con las iniciativas que Ud. impulsa para impedir que se siga destruyendo nuestra casa y poder desarrollar un diálogo intercultural, que permita acciones concretas y tangibles, para proteger a la tierra y sus habitantes.
Le invitamos a que nos siga acompañando en los esfuerzos que los pueblos indígenas del mundo estamos haciendo, como este, a través del Foro de Pueblos Indígenas en el FIDA, donde promovemos acciones para aplicar los conocimientos tradicionales e innovaciones de nuestros pueblos para enfrentar el cambio climático e iniciativas de desarrollo sostenible respetuosas de la diversidad cultural y nuestra vision de Buen Vivir.
Estamos seguros que su sensibilidad, capacidad y visión sobre los grandes temas de la humanidad, nos permite encontrar en su persona un aliado en el camino de la construcción de un mundo en paz, con diálogo y sin guerras, donde podamos recuperar nuestra Casa Común en la cual todos los pueblos y culturas tengamos lugar en respetuosa convivencia.
Gracias por acompañarnos e iluminarnos en esa ruta.
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