(ZENIT – 20 febrero 2019).- Esta mañana, miércoles, 20 de febrero de 2019, el Comité Organizador de la Reunión sobre ‘La protección de los menores en la Iglesia’ se reunió con un grupo de víctimas y representantes de víctimas de abusos por parte de miembros del clero.
En la reunión han participando 12 personas, hombres y mujeres, provenientes de diferentes áreas del mundo y pertenecientes a diferentes organizaciones. La reunión duró poco más de dos horas, ha informado Alessandro Gisotti, Director ad interim de la Oficina de Prensa de la Santa Sede.
El Comité esta formado por el cardenal Blase J. Cupich, arzobispo de Chicago; Mons. Charles J. Scicluna, arzobispo de Malta y subsecretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe; el Padre Hans Zollner, Presidente del Centro para la Protección de Menores de la Pontificia Universidad Gregoriana, miembro de la Pontificia Comisión para la Protección de Menores y el Cardenal Oswald Gracias, Arzobispo de Bombay.
“Los miembros del Comité están muy agradecidos a las víctimas que participaron por la sinceridad, la profundidad y la fuerza de sus testimonios, lo que sin duda les ayudará a entender mejor la severidad y urgencia de los problemas que se enfrentarán durante la reunión”, ha señalado Gisotti.
Tras la reunión, algunas víctimas han hablado con los medios de comunicación, como el chileno Juan Carlos Cruz, víctima del sacerdote Fernando Karadima, o Miguel Ángel Hurtado, joven español que sufrió abuso sexual cuando tenía 16 años en el Monasterio de Montserrat, en Cataluña.
Juan Carlos Cruz, víctima chilena
Juan Carlos Cruz, reconocido católico prácticante, ha declarado que “es importante que los obispos apliquen las leyes que ya existen en el Motu Proprio, ‘como una madre amorosa’, que está muy claro como deben tratar el tema de los abusos sexuales, pero no lo hacen”.
El joven chileno ha comentado que muchos tienden a decir: ‘El Papa esto, el Papa lo otro…’, y ha asegurado: “El Papa está haciendo lo que puede pero no puede hacerlo si no tiene los obispos que lo hagan como corresponde. Entonces, yo llamo a los obispos a que se pongan las pilas (como se dice en castellano) y que apliquen las leyes que se tienen que aplicar porque es una vergüenza, los obispos chilenos por ejemplo, viven en otra luna; los obispos españoles en este momento, están en un desastre espantosos, y así otras conferencias episcopales alrededor del mundo”.
En esta reunión, se ha solicitado que hubiese “transparencia”, “que se hicieran las cosas ya” y “que se aplicaran las leyes con rigor”, “que se coopere con la justicia civil”, “que se entreguen a estos criminales, no solo los que abusan, sino también los que encubren”. “Que no haya secretos, ya no hay más secretos”, ha anunciad Juan Carlos Cruz.
“Aquí tiene que haber transparencia, lo ha pedido el Papa, los obispos tienen que seguir lo que está haciendo el Papa y no asentir con la cabeza en una reunión: Por supuesto, Santidad, vamos a hacer esto, y se van a sus países y hacen todo lo contrario. Eso ya se acabó. Y los que lo hagan, ahí está la puerta”, ha revelado el abusado chileno.
“Tuvimos la posibilidad de decir todo lo que teníamos que decir. Yo creo que nadie se quedó sin decir lo que quería decir. Se podría haber hablado mucho más rato de todo, pero nadie se quedó” ha contado a la prensa el joven chileno.
Miguel Ángel Hurtado, abusado español
Miguel Ángel Hurtado, víctima de los abusos sexuales de la Iglesia en España, ha señalado que han dicho todos “más o menos lo mismo”: “Que se acabó el tiempo de las palabras, que es la hora de tener acciones contundentes, que esto es una pandemia global, no es de unos países concretos, que se necesita un plan de acción global, creíble, con un calendario, con medidas muy específicas, con un régimen sancionador para los obispos que no la cumplan, con medidas para monitorizar si se está aplicando la práctica o no y esto se necesita para ya”.
El español asegura que lo tenían que haber hecho hace 30 años: “Si lo hubiesen hecho hace 30 años, algunas víctimas no hubiésemos sido abusadas, como es mi caso, que fui abusado en 1998, y la Iglesia ya sabía del problema de los abusos por un informe interno de 1985”.
“Somos un aliado”
Además, ha indicado que quieren prevenir este tipo de abusos en las nuevas generaciones, principalmente en África, Asia y en América Latina, continentes en los que han habido menos casos hasta la fecha.
“Comentamos que es importante que no nos vean a las víctimas como un enemigo”, ha comentado Miguel. “Somos un aliado porque si hoy hay una cumbre es gracias a los activistas, a los que hemos denunciado, a los que nos hemos jugado mucho para contar públicamente nuestras historias. Hemos pedido que en el algún momento el Papa Francisco se reúnan con algunas organizaciones activistas”.