(ZENIT – 24 marzo 2019).-El Papa Francisco invita a los cristianos a orar, en vísperas de la firma de su exhortación apostólica post-sinodal «Vive Cristo, esperanza nuestra»: una carta a los jóvenes, escrita en español, que sigue al sínodo dedicado a ellos en octubre. 2018.
Durante el Ángelus del 24 de marzo de 2019, que presidió en la Plaza de San Pedro, el Papa recordó: «Mañana, en la fiesta de la Anunciación del Señor, iré a Loreto, a la casa de la Virgen Maria. Y explica: «Elegí este lugar para la firma de la exhortación apostólica dedicada a los jóvenes. Pido vuestra oración para que el «sí» de María se convierta en el «sí» de muchos».
El Santuario de la «Santa Casa» de Loreto es uno de los santuarios más importantes del mundo. Tiene vista a la ciudad de Loreto, que se encuentra a 30 km al suroeste de la ciudad de Ancona, en la costa adriática de Italia. Alberga las tres paredes de la casa semi troglodita de Nazaret donde, según la tradición, tuvo lugar la Anunciación y donde vivía la Sagrada Familia.
Según la leyenda, la «Santa Casa» fue transportada por los «ángeles» de Nazaret a Loreto. La investigación histórica ha establecido que cuando los sarracenos invadieron Tierra Santa, estas piedras fueron transportadas por mar por los cruzados en 1291, primero en la costa de Iliria y luego en Loreto, a salvo de los Estados papales, menos objetivo de las incursiones piratas.
Originalmente, la reliquia sagrada se colocaba al abrigo de una iglesia simple, pero, desde el siglo XIV, esta casa se convirtió en el objetivo de una peregrinación tan importante, en el camino a Roma, que comenzó la obra de la actual basílica y fortificaciones para protegerla, en 1469.
En 1507, el papa Julio II decidió desarrollar las obras designando oficialmente a Loreto como lugar de peregrinación y enviando al arquitecto del Vaticano, Bramante, a Loreto para dirigir la última fase del proyecto.
© Traducción de Zenit, Raquel Anillo
La Santa Casa de Loreto © Radio Vaticano
Exhortación apostólica 'Vive Cristo' para los jóvenes: El Papa invita a los cristianos a orar
Que el «sí» de María se convierta en el «sí» de muchos