(ZENIT – 7 mayo 2019).- El Papa Francisco ha llegado este martes, 7 de mayo de 2019, a Macedonia del Norte, país con una minoría de católicos, a la que perteneció Santa Teresa de Calcuta, protagonista en esta última jornada del 29º viaje internacional del Santo Padre, que finaliza hoy, y comenzó en Bulgaria el 5 de mayo.
Al aterrizar en el aeropuerto de Skopje, alrededor de las 8:10 horas, después de unos 40 minutos de vuelo desde Sofía, el Papa fue recibido en la alfombra roja por el presidente de Macedonia, Gjorge Ivanov, quien le besó la mano y luego se la estrechó.
Tres niñas vestidas con trajes tradicionales amarillos y rojos, los colores de la bandera de Macedonia del Norte, que declaró su independencia de Yugoslavia en 1991, le presentaron una bandeja de sal, agua y pan, que el Papa compartió con el presidente y le dio un mordisco. «Es excelente», dijo, inclinándose.
Esta mañana, el Santo Padre Francisco salió de la Nunciatura Apostólica en Sofía, capital de Bulgaria, y se dirigió al Aeropuerto Internacional, donde celebraron una ceremonia de despedida se reunió con el Primer Ministro de la República de Bulgaria, el Sr. Boyko Borisov. Después de una breve entrevista, el Santo Padre subió a un Alitalia A321 que despegó a las 8:33 horas (7:33 horas de Roma) rumbo a Skopje, en Macedonia del Norte.
Antigua República Yugoslava
Macedonia del Norte obtuvo la independencia de Yugoslavia en septiembre de 1991, de forma pacífica, mediante la celebración de un referéndum. La denominación oficial del país provocó inmediatamente una controversia con Grecia, ya que este país argumenta que el término “Macedonia” implica pretensiones territoriales sobre la provincia griega del mismo nombre fronteriza con Macedonia del Norte. Tras varios trámites y disputas, el país pasó a denominarse en febrero de 2019 «Macedonia del Norte», aunque sus habitantes pueden llamarse «macedonios» de manera diplomática.
Bello mosaico étnico y religioso
Macedonia del Norte es una democracia parlamentaria donde convive un «bello mosaico» de razas y religiones, como ha descrito el Papa Francisco ante las autoridades civiles.
La composición étnica, según el último censo oficial llevado a cabo en ARYM (2002), es del 64,18% de eslavo-macedonios; un 25,18% de albaneses; un 3,85% de turcos; un 2,66% de romanos; un 1,78% de serbios y un 2,36% de otras razas.
En cuanto a la rica diversidad de confesiones religiosas, en Macedonia del Norte practican aproximadamente el 70% de la población la religión ortodoxa (eslavomacedonios, valacos, serbios, roma), el 27% son musulmanes (albaneses, turcos, roma, torbeshi). Hay una pequeña minoría de católicos.
El país está atravesado de norte a sur por la cordillera de los Balcanes siendo la zona más montañosa la parte occidental, fronteriza con Albania. El centro del país está constituido por el valle del río Vardar que desemboca en el Egeo, cerca de la ciudad griega de Tesalónica. En el Sur, el país comparte con Grecia y Albania los tres lagos más importantes de la región, los de Ohrid, Prespa y Dorjan.
Skopje, ciudad natal de Teresa de Calcuta
Francisco ha visitado esta mañana en Skopje, ciudad natal de Santa Teresa de Calcuta, la casa donde nació y vivió Anjezë Gonxha Bojaxhiu –nombra original– en 1910, y la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, donde fue bautizada. Más tarde, la santa mundialmente conocida y canonizada por Francisco en el Vaticano, desarrolló su apostolado en India, «con humildad y total donación de sí misma, y por medio de sus hermanas alcanzó los más diversos confines geográficos y existenciales», ha descrito el Papa.
Al visitar Skopje, el lugar de nacimiento de la Madre Teresa, el sari de la madre Teresa y el color azul que las caracteriza aparecen reflejados en el logo de la visita pontificia de Francisco a Macedonia, junto al mapa y los colores simbolizan Macedonia y su bandera.
El lema de esta visita es ¡No tengas miedo, pequeña manada! (Lc 12,32).