(ZENIT – 31 julio 2019).- La presidencia de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB) ha expresado, a través de un comunicado difundido el 29 de julio de 2019, su preocupación por el esclarecimiento de la muerte del líder étnico Wajãp, el pasado 24 de julio, en el estado de Amapá.
La CNBB manifiesta, al mismo tiempo, que sigue de cerca el desarrollo de la crisis socioambiental que afecta a los pueblos de la Amazonía, en particular a los pueblos indígenas.
Acabar con la discriminación, los prejuicios y el odio
Lo ocurrido recientemente refuerza el mensaje divulgado por el episcopado brasileño, en mayo de este año, durante su 57ª Asamblea Nacional: “Necesitamos ser una nación de hermanos y hermanas, eliminando cualquier tipo de discriminación, prejuicio y odio. Somos responsables los unos de los otros. Así, cuando los pueblos originarios no son respetados en sus derechos y costumbres, Cristo es irrespetado en ellos (…)”.
Dicho mensaje continúa indicando que “la amenaza a los derechos de los pueblos indígenas garantizados en la Constitución de 1988 es grave” y que “el poder político y económico no puede prevalecer sobre estos derechos a riesgo de violar la Constitución”.
Además, añade que “la mercantilización de las tierras indígenas y de las quilombolas (comunidades negras rurales) nace del deseo desenfrenado de quienes aspiran a acumular riqueza. En este contexto, tanto las actividades mineras y madereras como los agronegocios deben revisar sus conceptos de progreso, crecimiento y desarrollo”.
Y concluye que “una economía que pone el beneficio por encima de la persona, que produce exclusión y desigualdad social, es una economía que mata, como nos advierte el Papa Francisco (EG 53)”.
Construir un nuevo “tiempo de Dios”
Los miembros del episcopado proponen la búsqueda de “formas de superar los procesos que amenazan la vida, a través de la destrucción y la explotación que saquean la Casa Común y violan los derechos humanos elementales de la población”. Y proponen enfrentarse a la “explotación desenfrenada” construyendo “un nuevo tiempo, el tiempo de Dios, humanizado, en la Amazonía”.
Por último, la nota expone que la CNBB “refuerza su compromiso con la promoción y defensa de la vida en todas sus formas y expresiones, incluyendo el respeto a la Naturaleza, en la perspectiva de una ecología integral”.
Pésame de la REPAM
La Red Eclesial Panamazónica (REPAM) de Brasil, en un comunicado, manifiesta su «tristeza y dolor» por la muerte del líder indígena y también su «indignación al ver a nuestros hermanos barridos por un proyecto político y económico que no tiene en cuenta la dignidad humana y la vida de las personas».
Igualmente, el texto emitido por la REPAM remite a las palabras de Papa Francisco que, en Puerto Maldonado, Perú, en el Encuentro con los Pueblos Amazónicos de 2018 afirmó: “Probablemente nunca antes los pueblos amazónicos nativos han sido tan amenazados en sus territorios como lo son ahora”.
Y prosiguió: “La Amazonía es una tierra disputada en varios frentes: por un lado, la nueva ideología extractiva y la fuerte presión de los grandes intereses económicos cuya codicia se centra en el petróleo, el gas, la madera, el oro y los monocultivos agroindustriales; por otro lado, la amenaza contra sus territorios proviene de la perversión de ciertas políticas que promueven la ‘conservación’ de la naturaleza sin tener en cuenta al ser humano, es decir, a los hermanos amazónicos que la habitan”.