(zenit – 8 abril 2020).- Esta mañana, en la audiencia general, el Papa ha reflexionado sobre la Pasión de Jesucristo, que ponemos en el centro de estos días de pandemia y sufrimiento: “Contemplando a Jesús en la cruz vemos el rostro de Dios”, que se revela “Omnipotente, pero en el amor, porque Él es amor”.
A las 9:30 horas ha comenzado la audiencia general en la Biblioteca del Palacio Apostólico, de nuevo a puerta cerrada, transmitida por streaming por los medios de comunicación de la Santa Sede. Desde el 11 de marzo, Francisco dirige la catequesis desde el interior del Vaticano, así como el rezo del Ángelus y las oraciones.
Jesús “no condena, sino que abre sus brazos para abrazar nuestra fragilidad, y la transforma dándonos vida nueva”, ha aclarado el Pontífice. La Pasión “nos habla de un Jesús pacífico, indefenso, no de un Mesías potente y vencedor, como se lo imaginaban sus seguidores que, confundidos y asustados, lo abandonaron”.
Dios viene a nuestro encuentro
A Dios “no es posible conocerlo y alcanzarlo con nuestro esfuerzo personal”, ha advertido. “Es Él quien ha venido a nuestro encuentro y se nos ha revelado en el misterio pascual de Jesús, en su muerte y en su Resurrección”.
El Papa ha comentado que en este tiempo de preocupación por la pandemia que está afectando al mundo, “podríamos pensar que Dios está ausente, que no se interesa por nosotros y por nuestro sufrimiento”. Sin embargo, ha asegurado que ante estas preguntas “que afligen nuestro corazón”, “nos ayuda la narración de la Pasión de Jesús, que nos acompaña en estos días santos”.
Cuando Jesús muere es el centurión romano, recuerda Francisco, que había sido testigo de sus sufrimientos en la cruz, de su perdón y de su amor infinito, quien declara: “Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios”: con estas palabras manifiesta que, en esa aparente derrota, Dios está presente verdaderamente.