(zenit – 17 sept. 2020).- Ante la próxima beatificación de Carlo Acutis, el 10 de octubre de 2020, su madre, Antonia Salzano comparte el concepto que su hijo tenía sobre la virtud de la castidad en un artículo escrito por Ángela Mengis.
Carlo Acutis fue un joven italiano que murió de leucemia a los 15 años. Es conocido como el “ciberapóstol de la Eucaristía” porque utilizó su pasión por la informática para evangelizar y difundir el amor al Santísimo Sacramento. Por ello, ha sido propuesto como patrón de Internet.
A continuación, sigue el artículo completo.
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“Tenía muchísimas chicas enamoradas de él, era joven, guapo, rico y ¡con éxito!”. Antonia Salzano, madre del pronto beato Carlo Acutis, habla abiertamente sobre cómo su hijo vivió la castidad y del trato que tenía con las chicas.
La pronta beatificación del siervo de Dios Carlo Acutis pone como ejemplo a un joven que tuvo sus luchas, como cualquier otro, se caía y se levantaba, pero que “estaba verdaderamente convencido de que en cada persona ‘está reflejada la luz de Dios’ y era capaz de ver esa luz en los demás”.
“La dignidad de cada ser humano era tan grande que Carlo veía que la sexualidad también tenía que ser algo muy especial, porque era colaborar con la creación de Dios”. De este modo, animaba a sus compañeros de clase a vivir la castidad, “haciéndoles comprender que el cuerpo humano es un regalo de Dios y que la sexualidad tenía que ser vivida como Dios lo había pensado: colaborando con la Creación”.
Sufría viendo como los jóvenes usaban la pornografia y como podían ser objeto de placer, así que Carlo se preocupaba mucho de la castidad. Decía que “cada edad tiene su paso y estos no podían anticiparse”.
Antonia apunta también que, para el adolescente, “había que vivir todo en el momento adecuado, respetando la ley de Dios y él no quería traicionar el proyecto de amor que Dios tenía para cada uno”.
La forma de vivir de Carlo no pasó desapercibida. Rajesh formaba parte del equipo domestico en casa de los Acutis: “Siempre lo consideré como alguien fuera de lo normal, porque un chico tan joven, tan guapo y tan rico, normalmente prefiere llevar una vida distinta”, cuenta Rajesh, que en esa época era de religión hindú, pero que, a raíz de conocer a Carlo, pidió el Bautismo porque “él me contagió y cautivó con su profunda fe, su caridad y su pureza”.
La pureza de Carlo tenía sus raíces en Dios y su profunda amistad con él. Decía que “si se vive la sexualidad de la manera en que Dios lo había preparado desde la eternidad, es algo bueno, pero si se traiciona este proyecto por los deseos egoístas y la búsqueda de placer, se destruye por completo el proyecto que Dios tiene para nosotros”.