(zenit – 30 nov. 2020).- La Purísima es una fiesta a la Virgen María que se celebra entre el 28 de noviembre y el 8 de diciembre. El día 7 es la culminación, con “La Gritería”, la festividad más popular del año para la mayoría de los nicaragüenses, su inicio se da con el rezo de la tradicional novena en honor a la Inmaculada Concepción de María.
Rezos, unidad y caridad
“De un polo a otro polo venid gentes y rendid honor y gloria a la Inmaculada Concepción de María Soberana y augusta Señora Reina de cielos y tierra” se lee en el frontis de la basílica de la Inmaculada Concepción de María en El Viejo, Chinandega, lugar de mayor peregrinación por ser el custodio de la patrona de Nicaragua.
En el primer día de su novenario, transmitido por los medios de comunicación de la Conferencia Episcopal, el señor canónigo de la catedral de León, Jaime Ramos, dijo que “cuando hay desesperanza, asechanzas, la Virgen María ha estado cercana a su pueblo”.
Por su parte, en la catedral de Granada, el obispo Jorge Solorzano, presidió la solemne bajada de la “Conchita”, como se le conoce a la Inmaculada Concepción en esta provincia, y dijo: “quiero invitar a las familias católicas a que recemos la novena, hoy se fortalece la iglesia doméstica, familia creyente que se reúne en casa y se cultiva la fe con la oración”.
Además, señaló que son “días propicios para que la familia permanezca unida”, e invitó a ayudar “a familias pobres con obras de caridad”, declaraciones que fueron difundidas en un vídeo mensaje publicado en las redes sociales de la diócesis de Granada.
Mientras tanto, el obispo auxiliar de Managua, monseñor Silvio José Báez, que vive exiliado en Miami, Estados Unidos, pidió, desde su cuenta de Twitter, que la Virgen “aliente nuestra esperanza, nos ampare con su amor y nos hable del Dios que ‘derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes’”.
Temor a la politización
Nicaragua vive una crisis política y social desde el año 2018, situación que ha generado una polarización en la sociedad. Sin embargo, este fin de semana Camila Ortega, hija del presidente y la vicepresidenta de Nicaragua, visitó el santuario nacional de la patrona de Nicaragua en el municipio de El Viejo, Chinandega, por lo que fieles temen que, como años anteriores, el evento religioso se politice.
Mientras tanto, en el país centroamericano, los familiares de los más de 100 presos políticos en Nicaragua iniciaron por tercer año la campaña denominada “Una Navidad sin presos políticos”, en la que piden al Gobierno de Daniel Ortega la liberación de los opositores que mantiene secuestrados en las celdas del Sistema Penitenciario Nacional. “Tres años después del estallido social de abril (de 2018) aún existen presos políticos”, expresó a medios locales, Brenda Gutiérrez, del Comité Pro Liberación de Presos Políticos.
Amor y responsabilidad
Los obispos de Nicaragua, en su último mensaje, donde anunciaban la reapertura de los templos, convocaron a “todos los católicos que con caridad y responsabilidad fraterna retomemos nuestra vida de fe comunitaria, de manera gradual”, a la vez que encomendaron la “nueva etapa de nuestra historia bajo la protección de la Inmaculada Concepción de María”.
En Nicaragua, el Observatorio Ciudadano COVID-19, en su último informe reportó que 2.805 personas han fallecido con síntomas del virus o neumonía, incluidas nueve en la última semana. Mientras, el Ministerio de Salud (Minsa) contabilizaba 5.784 casos confirmados y 160 fallecidos.