Enrique Villegas
(Zenit 28.04.2021) El sábado 24 de abril el Papa Francisco autorizó un decreto de la Congregación Para la Causa de los Santos, el organismo de la Santa Sede que gestiona los procesos de beatificación y canonización, en el que se reconocen las virtudes heroicas de un francés de nacimiento pero argentino de vida: el siervo de Dios Enrique Ernesto Shaw.
Enrique Shaw nació en París un 26 de febrero de 1921. En 1925 perdió a su madre y, por deseo de ella misma, su formación fue confiada a la educación de un sacerdote. Como estudiante de la Escuela Militar Naval dio un gran testimonio de fe y apostolado entre sus compañeros. Se casó con Cecilia Bunge en 1943 y procreó 9 hijos. Dos años después de casado, en 1945, se dio de baja del ámbito militar y, por consejo de un sacerdote, llevó el Evangelio al ámbito empresarial. Llegó a ser director de Cristalerías Rigolleau S.A., donde se interesó por cada uno de sus empleados.
De hecho, Enrique Shaw sería uno de los iniciadores de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa, de la cual fue su primer presidente. Conoció y aplicó la Doctrina Social de la Iglesia llegando a promover la Ley de Asignaciones Familiares en Argentina. En el ámbito de la fe fue uno de los impulsores en Argentina de la Acción Católica y del Movimiento Familiar Cristiano. Murió en Buenos Aires el 27 de agosto de 1962.
Junto a este siervo de Dios, el Papa aprobó decretos relacionados con 12 beatos y 4 venerables siervos de Dios, entre los que se encuentra Enrique Shaw.