Por: Joachin Meisner Hertz.
Sor Juliana Seelmann, una religiosa franciscana, ha sido llevada a los tribunales en Würzburg, Baviera, por haber acogido en una iglesia a dos mujeres nigerianas que no tenían permiso de residencia y que debían dejar obligatoriamente el país.
Los hechos, que se remontan a 2019-2020, son el tercer proceso de este tipo en Alemania: en abril de 2021 Abraham Sauer, fraile benedictino de la abadía de Münsterschwarzach, también fue llevado a los tribunales por una situación similar. En este caso, fray Abraham concedió asilo a un hombre de 25 años originario de la franja de Gaza. Al final del proceso resultó absuelto pues el juez determinó que había actuado conforme a su fe.
El tercer caso, también en Baviera, es a la vez el más controvertido: la abadesa del monasterio de Kirchschletten, madre Mechthild Thürmer, se enfrenta a varios cargos como favorecer la residencia ilegal al haber concedido asilo en la iglesia de la abadía a varias mujeres en diferentes ocasiones.
En Alemania existe de hecho una figura jurídica que data de una praxis de la Edad Media en la que las órdenes y congregaciones religiosas pueden dar el “asilo de Iglesia” a migrantes que están en riesgo de deportación. Cada vez menos regiones aceptan esta práctica.