(ZENIT Noticias – Ayuda a la Iglesia Necesitada / Roma, 03.02.2021).- Por la tarde del miércoles 3 de octubre, la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de Diputados de Italia, discutió y aprobó por unanimidad dos resoluciones, la primera firmada por Paolo Formentini y otros, y el segundo de Maurizio Lupi y Andrea Delmastro Delle Vedove, con quienes los diputados solicitaron al Gobierno que estableciera el cargo de Enviado Especial para la protección de la libertad religiosa y para el diálogo interreligioso.
«El nombramiento del Enviado Especial para la protección de la libertad religiosa y el diálogo interreligioso representa una gran noticia para quienes se han comprometido a garantizar que la libertad de fe vuelva a ser considerada una libertad de «serie A» en todas las naciones del mundo», comenta Alfredo Mantovano, presidente de Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACS Italia).
«Durante demasiado tiempo, otras libertades han recibido una atención constante a través de fuertes campañas mediáticas, una atención que claramente se niega a la libertad religiosa», agrega Alessandro Monteduro, director de ACS Italia.
«A pesar de ello, como describen todos los informes internacionales, desde el de la AEC hasta el elaborado por el Departamento de Estado de Estados Unidos, las violaciones de la libertad religiosa, que en varios casos llegan al punto de una persecución sangrienta, afectan al menos a un tercio de los países del planeta. En particular, afectan a los más poblados como China, India, Bangladesh, Pakistán y Nigeria», continúa Monteduro.
Por ello, concluyen Mantovano y Monteduro, “Ayuda a la Iglesia Necesitada agradece tanto a los diputados que firmaron las resoluciones, en particular al Honorable Formentini, como al Gobierno por el establecimiento de esta oficina. Este es un paso particularmente importante para confirmar que el derecho a profesar libremente la fe religiosa, reconocido por el artículo 19 de la Constitución italiana, no es válido solo a nivel nacional, sino que debe promoverse en todos los foros internacionales, como un derecho fundamental e inviolable de los ciudadanos cada».