(ZENIT Noticias / Cuautitlán Izcalli, 11.11.2021).- En el tercer día de reunión de la Asamblea Plenaria de los obispos mexicanos en la “Casa del Lago”, en Cuautitlán Izcalli, los participantes emitieron un breve mensaje para los fieles católicos en México, invitando a recorrer juntos el camino sinodal y abriendo paso a avivar la esperanza de que Cristo está con la Iglesia hasta el final de los tiempos.
Los obispos manifestaron su cercanía con el pueblo mexicano por las afectaciones que se han estado padeciendo por la pandemia, en la que muchas familias han perdido a sus seres queridos, han enfermado, o bien, han perdido su seguridad laboral, social y alimenticia; también se hacen cercanos a aquellos que se han visto forzados a migrar y separarse de los suyos, a los desaparecidos y a los afectados por la violencia e inseguridad.
Sin embargo, para que se restaure la situación, los Obispos de la Conferencia Episcopal Mexicana hacen un llamado a un cambio de mentalidad, donde se deje de lado todo egoísmo, individualismo y la codicia. Lo que se busca en este tiempo y en adelante es que el pueblo mexicano se haga solidario entre sus mismos nacionales, responsabilizándose los unos de los otros y caminar en la unidad y la comunión.
Para el camino sinodal todos los fieles de la Iglesia están llamados a participar, puesto que cada uno de los que integran el Cuerpo de Cristo engloban una gran variedad de dones y carismas que les han sido dados como gracia del Espíritu Santo para el desempeño de su vocación y misión en el mundo. En la unidad y comunión entre los fieles laicos, consagrados, religiosos y sacerdotes se abrirá al diálogo y atenta escucha para discernir y elegir los caminos adecuados a los que llama el Señor para la vida de la Iglesia y hacia fuera de ella.
Los obispos invitaron a reavivar los valores cristianos en el pueblo mexicano, donde “el amor y el respeto a la vida, la dignidad de la persona, la justicia, la paz y la libertad religiosa y de conciencia” prevalezcan en la transformación de la cultura. Finalmente, recordaron con especial mención la presencia de la Santísima Virgen de Guadalupe en el pueblo de México, siendo Ella quien enseña “enraizar la cultura del encuentro y de la unidad, y nos reafirma su amor y su presencia maternal”.