Por: Iris Soza (corresponsal en Centro América)
(ZENIT Noticias / San Salvador, 12.01.2022).-El 22 de febrero del 2020 el Papa Francisco aprobó el decreto que reconoce el martirio del sacerdote jesuita Rutilio Grande, del laico Manuel Solórzano y del adolescente Nelson Lemus (de 16 años de edad), asesinados en el contexto previo de la guerra civil que atravesaba el país centroamericano, que se extendió desde finales de 1970 hasta 1991. Aquel conflicto dejó un saldo mortal de al menos 75 mil salvadoreños fallecidos y centenares de desaparecidos.
Han tenido que pasar 2 años para que la ceremonia de beatificación pueda celebrarse el próximo 22 de enero en la Plaza Salvador del Mundo de la capital del país. La concelebración eucarística será presidida por el cardenal Gregorio Rosa Chávez. Ese mismo día también será beatificado Fray Cosme Spessotto, misionero franciscano mártir.
El padre Rutilio Grande es recordado en El Salvador por su labor pastoral con la gente más sencilla, especialmente en la época convulsa que atravesaba esa nación. Fue asesinado por odio a la fe el 12 de marzo de 1977, cuando se dirigía, acompañado por Manuel Solórzano y Nelson Lemus, a celebrar la Eucaristía en el novenario dedicado a San José en una comunidad llamada el Paisnal (municipio al norte de El Salvador) donde fueron emboscados.
El futuro beato tenía una cercana amistad con Monseñor Oscar Arnulfo Romero, quien al ir a ver los cadáveres pidió que los prepararán y se los llevaran a la Catedral de San Salvador, además de orientar que ese domingo se oficiará una única misa en la Arquidiócesis con el fin de celebrar la muerte martirial del padre Rutilio y sus compañeros. El arzobispo expresó su repudio por tal crimen y dio el perdón para los asesinos.
Durante la homilía de Monseñor Romero, en las exequias del padre Grande y sus compañeros, el arzobispo se dirigió a todos los salvadoreños con estas palabras: “Hermanos salvadoreños: cuando en estas encrucijadas de la patria parece que no hay solución y se quisieran buscar medios de violencias, yo les digo que bendito sea Dios que en la muerte del Padre Grande la Iglesia está diciendo: sí hay solución, la solución es el amor, la solución es la fe, la solución es sentir la Iglesia no como enemiga, la Iglesia como el círculo donde Dios se quiere encontrar con los hombres”.
La celebración
La Eucaristía de beatificación se celebrará el 22 de enero en la Plaza Salvador del Mundo de San salvador. La inscripción para participar presencialmente están abiertas en la página web de la Arquidiócesis de San Salvador. Para asistir se deben tener al menos 2 dosis de vacunas contra el covid 19.
En el altar mayor estarán los iconos de san Francisco de Asís y san Ignacio de Loyola. De forma sutil se colocarán unas hojas de palmera que representa la palma de la victoria, símbolo que hace presente el martirio que sufrieron.
Alegría en Centroamérica
La iglesia Centroamérica se alegra con la beatificación de estos cuatro mártires. De este modo la región contará para entonces con un santo (Monseñor Oscar Arnulfo Romero, canonizado el 14 de octubre del 2018 por el papa Francisco), una beata nicaragüense (Sor María Romero, beatificada el 14 de abril de 2002 por el papa Juan Pablo II) y los próximos cuatro beatos.