(ZENIT Noticias / Dublín, 17.01.2022).- Un trienio (2018 a 2021) es el periodo en el que el 21% de los clérigos y religiosos irlandeses, tanto en activo como retirados, ha fallecido. Este hecho refleja una realidad: el envejecimiento de los sacerdotes en uno de los países que en otro tiempo tuvo una marcada identidad católica y que también fue cuna de miles de vocaciones.
En 2014, los sacerdotes diocesanos activos eran 2,067. Durante ese periodo se dio un crecimiento entre los grupos de sacerdotes de edades entre 75 a 84 años y 65 a 74 años. Para 2018 se notaba una demografía muy distinta: eran ahora 1,800 los que estaban activos y 720 los retirados, algunos de los cuales continuaban, no obstante, ayudando en parroquias que lo precisaban.
De acuerdo a datos recogidos por el Irish Catholic Directory y publicados por Veritas Publications, organismo dependiente de la Conferencia Episcopal Irlandesa, en 2019 fallecieron 174 monjas y 166 sacerdotes y religiosos. En 2020 se sumaron las muertes de 191 monjas y 223 sacerdotes y religiosos. Para 2021 hubo un añadido más de 131 monjas difuntas y 131 clérigos y religiosos. Las muertes podrían ser más si se considera que no todas las órdenes y congregaciones reportan a Veritas Publications.
En este sentido, datos extra-oficiales de RIP.ie refieren que de octubre de 2021 al 4 de enero de 2022 se deben sumar 76 monjas difuntas más, 36 sacerdotes occisos más y al menos 5 religiosos muertos más.
Todos estos datos hacen prever una catástrofe en la atención pastoral de los católicos irlandeses pues, debido a la edad, a las jubilaciones, a la falta de reemplazo vocacional (sólo 4 ingresos en el último año) y también a las muertes, muchos sacerdotes dejarán en los próximos meses y a muy corto plazo de años las parroquias.
Un ejemplo: en las diócesis de Cork y Ross 11 sacerdotes se jubilarán el próximo trienio. 9 de los 94 párrocos de la diócesis tienen más de 75 años. Todo esto, por otra parte, tendrá la consecuencia inmediata de la necesaria reconfiguración de las parroquias: en algunos casos supondrá cerrar, en otras juntar, en otras asignar a un solo sacerdotes para atención de más personas.
