(ZENIT Noticias / Helsinski, 07.04.2022).- Tras la decisión unánime del tribunal y la firme recomendación de la policía de no proseguir con el proceso en primer lugar, la fiscal del Estado finlandés pretende insistir en el proceso penal contra la diputada y el obispo en su cuarto año.
El 30 de marzo de 2022 el Tribunal de Distrito de Helsinki desestimó todos los cargos contra Päivi Räsänen y el obispo Juhana Pohjola declarando que “no corresponde al tribunal de distrito interpretar conceptos bíblicos”. El tribunal también condenó a la fiscalía a pagar más de 60.000 euros en costes legales.
En respuesta a este histórico fallo, Päivi Räsänen dijo lo siguiente:
“Este caso lleva casi tres años pesando sobre mí y mi familia. Después de mi completa exoneración en el tribunal, estoy consternada por el hecho de que el fiscal no deje de lado esta campaña de acoso contra mí. Una vez más, estoy dispuesta a defender la libertad de expresión y religiosa, no sólo por mí, sino por todos los que puedan verse afectados en un futuro. Agradezco a todos los que me han apoyado durante este calvario y les pido que sigan apoyándome”.
El juicio se convierte en el castigo
La exministra del Interior había sido acusada de “incitación al odio” por compartir sus opiniones basadas en sus creencias religiosas sobre el matrimonio y la ética sexual en un tuit de 2019, en un debate radiofónico del mismo año y en un folleto de 2004. El obispo Juhana Pohjola se enfrentó a cargos por publicar el folleto de Räsänen, dirigido su congregación, hace más de 17 años. Su caso ha acaparado la atención de los medios de comunicación de todo el mundo este año ya que los expertos en derechos humanos expresaron su preocupación por la amenaza que este caso suponía para la libertad de expresión en Finlandia.
“La insistencia del fiscal en continuar esta ‘caza de brujas’ a pesar de una sentencia tan clara y unánime del Tribunal de Distrito de Helsinki es alarmante. Arrastrar a las personas por los tribunales durante años, someterlas a interrogatorios de una hora de duración y malgastar el dinero de los contribuyentes para vigilar las creencias religiosas de las personas no tiene cabida en una sociedad democrática. Como ocurre a menudo en los juicios por ‘incitación al odio’, el juicio se convierte en el castigo”, dijo Paul Coleman, autor de ‘Censored: How European Hate Speech Laws are Threatening Freedom of Speech’”.
Juicio por un tuit
Las investigaciones de la policía contra Räsänen comenzaron en junio de 2019. Como miembro activo de la iglesia luterana finlandesa, se había dirigido a sus dirigentes en Twitter y había cuestionado el patrocinio oficial de la misma al evento LGBT ‘Orgullo 2019’, acompañando el tuit con la imagen de unos versículos de la Biblia del libro de Romanos del Nuevo Testamento. Tras este tuit, comenzaron otras investigaciones contra Räsänen que se remontan a un folleto de la iglesia que la diputada escribió hace casi 20 años.
En los últimos dos años Räsänen ha sido sometida a varios interrogatorios sobre sus creencias cristianas, e incluso la policía le pidió con frecuencia que explicara su interpretación de la Biblia.
En abril de 2021 el fiscal general de Finlandia presentó tres cargos contra Räsänen. Dos de los tres cargos a los que se enfrentaba Räsänen se habían imputado después de que la policía recomendara firmemente que no se continuara con la acusación. Las declaraciones de la diputada tampoco infringían las políticas de Twitter o de la cadena de radio nacional, por lo que sus declaraciones seguían estando accesibles en sus plataformas.
Las enseñanzas cristianas, a juicio
Durante la vista judicial celebrada los pasados 24 de enero y 14 de febrero, la defensa de Räsänen, apoyada por la organización de defensa legal ADF International, argumentó que declararla culpable perjudicaría considerablemente la libertad de expresión en Finlandia. Lo que dijo la exministra, argumentaron, era una manifestación de las enseñanzas cristianas.
En su sentencia, el Tribunal reconoció que, aunque algunos pueden oponerse a las declaraciones de Räsänen, “debe haber una razón social de peso para interferir y restringir la libertad de expresión”. El Tribunal concluyó que no existía tal justificación.
El pasado 30 de marzo, el Tribunal de Distrito de Helsinki absolvió a Räsänen de todos los cargos. A diferencia de muchos otros sistemas jurídicos, en la legislación finlandesa la acusación puede recurrir los veredictos de “no culpable” hasta llegar al Tribunal Supremo de Finlandia.
Räsänen es diputada finlandesa desde 1995. De 2004 a 2015 fue presidenta del partido democristiano y de 2011 a 2015 fue ministra del Interior. Durante este tiempo, fue responsable de los asuntos eclesiásticos en Finlandia.