(ZENIT Noticias / Ciudad del Vaticano, 20.05.2022).- El pasado domingo 15 de mayo fue canonizada en el Vaticano la primera santa uruguaya: la Madre Francisca Rubatto. Dos días después, el martes 17, tuvo lugar la inauguración de un mosaico dedicado a la Patrona del país: la Virgen de los Treinta y tres.
Expresión de cariño recíproco
La nueva imagen quiere ser un recuerdo permanente de la Iglesia de Uruguay en el Vaticano y una expresión del cariño recíproco y de la buena relación entre ambos Estados. La inauguración contó con la presencia de la Embajada del Uruguay ante la Santa Sede, los seis obispos del Uruguay que viajaron a Roma, entre otros representantes diplomáticos, sacerdotes y laicos.
Según la Hna. Raffaella Petrini, secretaria general del Governatorato del Estado Ciudad del Vaticano, recordando las palabras del Papa Francisco, María “es la Madre de Jesús que reza con ellos, en comunidad, como una de la comunidad. Reza con ellos y reza por ellos. Y, nuevamente, su oración precede el futuro que está por cumplirse: por obra del Espíritu Santo se ha convertido en Madre de Dios, y por obra del Espíritu Santo, se convierte en Madre de la Iglesia”.
Días muy especiales para el Uruguay
Por su parte el Cardenal Daniel Sturla, arzobispo de Montevideo, destacó la importancia de esta advocación en la vida de los obispos uruguayos. El purpurado destacó que estos días han sido muy especiales para el Uruguay, primero por la canonización de la Madre Francisca Rubatto y, ahora, por la entronización de la patrona de la patria. “Es un mensaje de fidelidad a la fe católica, que está asentada sobre la roca firme de Pedro. Y, como siempre nos invita el Papa y como sabemos que es el mandato de Cristo, a evangelizar, a anunciar la alegría, el gozo de la fe católica, la alegría de ser seguidores de Jesucristo”, enfatizó.
Algo a lo que se unió Guzmán Carriquiry, embajador del Uruguay ante la Santa Sede, que manifestó el agrado y regocijo por la iniciativa manifestados por el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, y el canciller Francisco Bustillo, insistiendo en la confirmación, renovación e incremento de las ya muy tradicionales, siempre respetuosas y cordiales, excelentes relaciones diplomáticas entre el Uruguay y la Santa Sede.
La Comisión para América Latina, comunicar al Uruguay con la Curia Romana
En la inauguración se hizo presente Emilce Cuda, secretaria de la Pontificia Comisión para América Latina (CAL), destacando el evento como un momento muy especial. En sus palabras destacó la labor de la CAL para “comunicar a la Iglesia del Uruguay con la Curia Romana, y no solo a la Iglesia, sino a todo el pueblo uruguayo”, insistiendo en que Francisco es “el Papa del pueblo, se preocupa por todos aquellos que sufren, especialmente por los trabajadores sin trabajo. Entonces, también para esas personas, en la CAL hay un espacio de ayuda y apoyo”.
El presidente de Conferencia Episcopal del Uruguay, Mons. Arturo Fajardo ve esta inauguración como una oportunidad para “traer aquí los sufrimientos, las alegrías, las búsquedas de toda la Iglesia que peregrina en el Uruguay, en la espera de un nuevo impulso evangelizador, de hacer presente la vida de Jesús en la vida de nuestro pueblo, una tarea que supone ser sal y luz en medio de nuestra sociedad”. Al descubrir la imagen de la Patrona de la Patria, el obispo de Salto pronunció una parte de la consagración que Juan Pablo II rezó durante su viaje apostólico al Uruguay en 1988.
También mostró su alegría Manuel Martínez, secretario ejecutivo de la Comunidad de Vida Cristiana (CVX), afirmando que “para mí es muy significativo estar compartiendo esta celebración. Representa las raíces de nuestra historia, de nuestro catolicismo, de nuestra presencia pequeña dentro de la sociedad uruguaya, pero realmente muy trabajadora, muy misionera”.
Con información del CELAM.