Por: Enrique Villegas
(ZENIT Noticias / Managua, Nicaragua, 19.08.2022).- Poco tiempo después de conocerse el secuestro del obispo de Matagalpa, y ante el riesgo de que la policía también se llevará al sacerdote de la parroquia de Santa Lucía, iglesia a la que la policía ha impedido, por orden del gobierno, que la gente ingrese, se hicieron sonar las campanas y la gente se congregó en masa.
“Al sonar de las campanas de la iglesia de la Parroquia Santa Lucía, Darío, la madrugada de este viernes el pueblo se acerca para resguardar la seguridad de nuestro párroco ahora que con angustia recibimos la noticia de que la policía ingresó a la Curia Episcopal de la Diócesis de Matagalpa”, escribieron desde la página de Facebook de la parroquia.
Y es que apenas unos días antes, el martes 16 de agosto, el sacerdote Sebastián López contestó a la policía celebrando la misa desde el atrio parroquial mientras que la gente seguía la celebración desde fuera de las rejas. Se temía una represalia del gobierno pero además de que hasta hoy no fue tal, el gesto de acudir al piquete de campanas hizo notar una vez más la buena salud de que goza la relación entre el clero y el pueblo nicaragüense.