(ZENIT Noticias / Nueva York, 25.09.2022).- El Ministerio de Asuntos Exteriores Ruso dio a conocer que su titular, Sergey Lavrov y el Secretario de Estado del Vaticano, Cardenal Pietro Parolin, se reunieron en el contexto de la 77ª Asamblea General de la ONU, aunque no como parte oficial de la agenda de la misma.
El encuentro se celebró el jueves 22 de septiembre y giró en torno a la situación en Ucrania: «Durante la conversación, el Ministro explicó las razones de la actual crisis en las relaciones entre Rusia y Occidente, fruto de la “cruzada” de la OTAN para destruir Rusia y dividir el mundo. Las medidas adoptadas por nuestro país están encaminadas a garantizar la independencia y la seguridad, así como contrarrestar las aspiraciones hegemónicas de Estados Unidos de controlar todos los procesos mundiales», decía un comunicado de la federación rusa.
También se trató el tema de los referendos de independencia de algunas regiones de Ucrania: «Lavrov explicó que los próximos referendos en las regiones de las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, Zaporozhye y Kherson cumplen plenamente con el derecho internacional y son la realización de los derechos legítimos de los habitantes de estos territorios a la autodeterminación y organizar la vida de acuerdo con sus propios tradiciones civilizatorias, culturales y religiosas».
Finalmente, el Ministerio de Asuntos Exteriores Ruso hizo notar «el desarrollo productivo del diálogo ruso-vaticano, incluso en los niveles más altos, tanto en las líneas interestatales como entre las iglesias» y se abordaron también otra «serie de temas de actualidad de la cooperación bilateral e internacional». La Santa Sede no emitió comunicado al respecto, aunque la prensa internacional destacó el encuentro de cara a una posible mediación del Vaticano en el conflicto.
Patriarca ruso llama a sostener la guerra
Mientras tanto, el patriarca Kirill de Moscú exhortó a los varones rusos a mantener fieles hasta el fin, en el contexto del reclutamiento obligatorio de 300 mil varones para el ejército. Se trata de una medida de Putin para continuar la guerra en Ucrania.