Líderes evangélicos están dispuestos a desempeñar un papel políticamente relevante, aunque la dispersión de organizaciones e iglesias juega muchas veces en contra de esta pretensión
En mayo de 2015 fue secuestrado en el Monasterio de Mar Elián –que Daesh destruyó cuatro meses después– y llevado a Raqqa, el bastión de Daesh en el país. Ahora ha sido elegido obispo.