Mark Ivan Rupnik. Foto: American Conservative

Oficial: Rupnik queda expulsado de los Jesuitas quienes rompen también con el Centro Aletti

La Compañía de Jesús también expresó que desde hace tiempo no hay una comunidad jesuita residente en el Centro Aletti.

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(ZENIT Noticias / Roma, 24.07.2023).- Publicamos la carta con la que el sacerdote jesuita, delegado para las casas y obras romanas de la Compañía de Jesús en Roma, confirmó este lunes 24 de julio la expulsión del famoso artista y ex religioso jesuita, Marco Ivan Rupnik. El todavía sacerdote ha quedado expulsado pasado un mes desde que se le comunicó la expulsión, en medio de un escándalo relacionado con abusos sexuales, de poder y de conciencia. A Rupnik, incluso, se le tuvo que levantar la ex comunión por haber absuelto al cómplice en pecado contra el sexto mandamiento.

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Queridos hermanos,

Ya os he informado de que el 14 de junio de 2023 fue entregado al P. Marko Rupnik el decreto de expulsión de la Compañía de Jesús firmado por el Padre General. Ahora, al haber transcurrido los treinta días que se le concedían para apelar contra esta decisión de la Compañía, según las nuevas normas canónicas al respecto, podemos declarar hoy que ya no es religioso jesuita. Como también se hizo saber en la «Carta a los Amigos del Centro Aletti» del 23 de junio, el P. Marko Rupnik había presentado su solicitud para dejar la Compañía ya en enero de 2023. Esta petición nunca fue en modo alguno un «derecho» para él, ya que los votos que hizo en su día en la Compañía de Jesús le vinculaban a un compromiso de obediencia de por vida, y no existe ninguna obligación por parte de la Congregación Religiosa de acceder a tal petición. La razón por la que la Compañía no quiso acceder a su petición fue por el deseo de vincularle a sus responsabilidades ante tantas acusaciones, invitándole a emprender un camino de verdad y de confrontación con el mal denunciado por tantas personas que se sentían heridas. Desgraciadamente, no quiso aceptar esta invitación nuestra, y nos vimos en la necesidad de despedirle de la Compañía por las razones ya expuestas en otro lugar.

Como representante de la Compañía de Jesús y antiguo Superior Mayor de Marko Rupnik, no puedo sino lamentar enormemente esta insistente y obstinada incapacidad para atender las voces de tantas personas que se han sentido heridas, ofendidas y humilladas por sus acciones y comportamiento hacia ellas. Esto no excluye el bien que hizo, y el fruto espiritual que dio a tantos y tantos otros en la Iglesia. Sin embargo, recordamos lo que Jesús nos enseñó: «Por tanto, si presentas tu ofrenda en el altar y allí te acuerdas de que uno de tus hermanos tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, ve primero a reconciliarte con tu hermano y vuelve luego a ofrecer tu ofrenda» (cf. Mt 5, 23).

Muchos nos han preguntado por qué no se llevó a cabo un proceso que pudiera conducir a la pérdida del estado clerical de Marko Rupnik. Quisiera recordar aquí que esto no es competencia de la Compañía de Jesús en sí, sino de la Santa Sede. Siempre he deseado como Superior Mayor, en las diversas circunstancias de estos largos y complejos acontecimientos, poder iniciar un proceso que pudiera garantizar la averiguación judicial de los hechos, el derecho a la defensa y la consiguiente sanción (o posible absolución), pero diversas razones, entre ellas los límites actuales de la normativa relativa a situaciones similares, no lo han permitido.

También puedo declarar oficialmente que es firme deseo de la Compañía de Jesús distanciarse también jurídicamente del Centro Aletti, abandonando formalmente la Asociación Pública de Fieles que lleva el mismo nombre y buscando la mejor manera de rescindir las relaciones de colaboración con el Centro. Estamos buscando la mejor manera de hacerlo, también en colaboración con el Vicariato de Roma, del que depende actualmente el Centro Aletti. Nótese también que ya no hay una comunidad jesuita residente en el Centro Aletti.

A todos los que, de alguna manera, se han sentido y se sienten heridos y lastimados por el que fuera nuestro cohermano, les aseguro mi plena solidaridad y apertura para encontrar en el futuro las mejores formas de reflexionar sobre cómo podemos encontrar la paz interior y la reconciliación a través de caminos que podamos estudiar juntos.

Humildemente, en Cristo,

P. Johan Verschueren, S.J.

Delegado para las Casas y Obras Romanas Internacionales de la Compañía de Jesús (DIR)

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Redacción zenit

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