(ZENIT Noticias / Odesa, 25.07.2023).- «Tenemos que comprenderlo y darnos cuenta de ello. Pero acabamos de deliberar sobre cómo se puede negar a Cristo con hechos y acciones», dijo el Jefe de la Iglesia Greco Católica Ucraniana (UGCC) sobre el bombardeo ruso de Odesa.
En este contexto, Su Beatitud Sviatoslav hizo un llamamiento a la compasión, en particular hacia los fieles de la catedral de la Transfiguración.
«Creo que la gente que solía acudir a esa catedral para rezar está llorando hoy. Y tenemos que compadecernos de ellos. Porque hoy un misil ruso ha alcanzado no sólo el santuario de su iglesia. Les ha dado en el corazón. Piénsalo: ¡tener un patriarca que primero consagró la iglesia y luego bendijo el misil que destruyó el santuario! Es decir, es una catástrofe, y podemos compadecernos realmente de esas personas desde el fondo de nuestros corazones. No sé si el criminal ruso que apretó el botón se dio cuenta de que ese misil impactaría en la catedral de la Transfiguración y no en el puerto de Odesa. ¿Qué quería transmitir Dios con esta tragedia? No sé lo que Él quiere decir -a la cúpula de la Iglesia Ortodoxa Rusa, a los criminales rusos y a los creyentes ucranianos del Patriarcado de Moscú- porque las acciones de estos criminales no siguen la lógica de Dios, sino la del diablo. Sin embargo, supongo que se trata de un acontecimiento seminal que nos ha afectado a todos», dijo Su Beatitud Sviatoslav.
En la noche del 23 de julio, los rusos lanzaron un ataque con misiles a gran escala contra el centro histórico de Odesa. Según los informes preliminares, una persona murió y 22 resultaron heridas. La catedral de la Transfiguración quedó completamente destruida: el misil alcanzó el santuario. La Casa de los Científicos y seis edificios residenciales sufrieron graves daños.
La catedral Spaso-Preobrazhenskyi o de la Transfiguración es la mayor iglesia ortodoxa de Odesa y pertenece a la Iglesia Ortodoxa Ucraniana del Patriarcado de Moscú. El edificio histórico de la catedral fue destruido bajo Stalin, y en 2005 se reconstruyó. En 2010 fue consagrada por el Patriarca Kirill, de la Iglesia Ortodoxa Rusa.
