Eduardo Verástegui en vista al Papa Francisco. Foto: Twitter Eduardo Verástegui

Verástegui y Sound of Freedom llegan al Vaticano y al Papa

En el cara a cara con Francisco, Verástegui le agradeció haber orado por ese proyecto del cual ya le habría hablado con antelación, específicamente en 2015.

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(ZENIT Noticias / Roma, 31.08.2023).- El 26 de Agosto el Papa Francisco recibió en audiencia especial en el Vaticano a un grupo de abogados del International Catholic Legislators Network (ICLN). Sin embargo, con ellos estaba un cineasta: Eduardo Verástegui. El director editorial de ZENIT advirtió la presencia del también actor y activista en un tuit el mismo día de la audiencia. Unos días después llegaba la confirmación por parte de Verástegui mismo y la razón de por qué estaba ahí.

Por cuanto ha podido saber ZENIT, Verástegui estaba en Europa en ocasión de su película Sound of Freedom en Londres. Desde la capital inglesa se trasladó a Roma para participar, por invitación del ICLN en la audiencia privada del Papa. Fue así que Verástegui pudo llegar hasta el Papa personalmente. En el cara a cara con Francisco, Verástegui le agradeció haber orado por ese proyecto del cual ya le habría hablado con antelación, específicamente en 2015. En este contexto se entiende lo que puso el productor mexicano en Twitter: “Acabamos de tener una audiencia privada en el Vaticano con el Papa Francisco donde volvimos a dialogar sobre esto [la trata de persona, ndr], en el marco de la reunión anual de la Red Internacional de Legisladores Católicos (ICLN), una red que busca conectar a una nueva generación de líderes que promueven y defienden desde cargos públicos la vida, la familia y las libertades fundamentales”.

Aunque el Papa no ha visto la película, está al tanto no sólo de ella sino del tema. En 2019 Papa Francisco pidió a todos los católicos orar durante todo el mes de febrero de ese año contra la trata de personas: “Aunque tratemos de ignorarlo, la esclavitud no es algo de otros tiempos. Ante esta trágica realidad, no podemos lavarnos las manos si no queremos ser, de alguna manera, cómplices de estos crímenes contra la humanidad. No podemos ignorar que hoy hay esclavitud en el mundo, tanto o más quizás que antes. Recemos por la acogida generosa de las víctimas de la trata de personas, de la prostitución forzada y de la violencia”, dijo entonces.

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Valentina di Giorgio

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