Monseñor Manuel Nin Foto: Vatican News

Obispo católico oriental distingue: el sínodo promovido en occidente no es como los orientales

El obispo griego de rito latino anotó que el próximo Sínodo sobre la sinodalidad lleva un rumbo diferente a los sínodos de las Iglesias Orientales.

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(ZENIT Noticias / Roma, 06.09.2023).- El obispo greco-bizantino, monseñor Manuel Nin, declaró que el próximo Sínodo presenta características diferentes a cualquier Sínodo de las iglesias orientales, pues parece un proceso parlamentario del que no se percibe su finalidad con claridad.

Monseñor Manuel Nin, Exarca de la Iglesia Católica de rito Griego Bizantino para Grecia, expresó el 3 de agosto, en la página web del Exarcado Católico Griego, que Sínodo significa principalmente caminar con Cristo, un recorrido diferente a un parlamentarismo cristiano.

El obispo griego de rito latino anotó que el próximo Sínodo sobre la sinodalidad lleva un rumbo diferente a los sínodos de las Iglesias Orientales, pues parece una reunión al estilo de la “democracia moderna occidental, posiblemente parlamentaria, donde todos pueden decir todo”. Recalca que la vida de la Iglesia “nunca ha sido una forma de democracia, en la cual todos deciden sobre todo por decisión de las mayorías”.

Monseñor Manuel hizo notar que los procesos parlamentarios políticos dan igual peso a todos los participantes, de modo que este sínodo reunirá a laicos y clérigos para participar y tener derecho a voto, lo cual reflejaría una “eclesiología piramidal”, que margina u olvida la colegialidad episcopal en materias de administración y vida de la Iglesia.

También observó que el proceso del próximo Sínodo carece de un objetivo claro y coherente, el cual comenzó a nivel nacional y continental en 2021 y 2022, un lugar “donde todos pueden expresarse sobre todo, incluso proponer temas y opiniones que generalmente son derecho exclusivo del Obispo de Roma”.

Comentó Monseñor Manuel que algunas autoridades le han dicho: “Ustedes en Oriente han tenido siempre sinodalidad”. A lo que respondió: “Pero ¿de cuál sinodalidad estamos hablando?”. Y aclaró que no se debe confundir sinodalidad con colegialidad episcopal que hay en los sínodos de las iglesias orientales.

Admite que el Sínodo de octubre es un ejercicio de autoridad, que tiene una “dimensión sinodal”, en el sentido de que tomará decisiones a un “nivel totalmente colectivo que compete a los obispos del Sínodo”, pero resaltó que quizás Occidente entiende la sinodalidad como una reunión donde “todos, laicos y clérigos, actúan juntos para llegar a una decisión eclesiástica, doctrinaria, canónica, disciplinaria, cualquiera que sea, dejando claro que tal sinodalidad no existe en Oriente”, la cual “está asociada al ejercicio de la autoridad, al ministerio pastoral, al servicio dentro de las iglesias, que se realiza en la asamblea de los obispos pertenecientes a una iglesia particular y encabezada por un patriarca, arzobispo u ordinario”.

Monseñor Nin comentó que el Sínodo sobre Sinodalidad es un “ascenso colectivo” de laicos y clérigos. Y pregunta: “¿Para llegar a dónde? ¿Con qué fin? ¿Con quién están caminando los participantes?”. Porque los sínodos orientales son convocados por los obispos para tomar decisiones importantes del “camino cristiano emprendido por los pastores por el bien de sus fieles, espiritual y materialmente”.

Señaló que la palabra sínodo viene “directamente del griego y significa “caminando con”. Pide que se “clarifique inmediatamente, para que la reflexión sobre sinodalidad no se vaya a desviar” de su significado original según la preposición syn, que significa con. La cual “no se refiere al camino, sino a alguien con quien se lleva a cabo y se completa”. “Es el objeto o persona con quien: la preposición syn nos vincula y nos une”.

“Por lo tanto, la primera aclaración que debe hacerse es: no es una marcha de todos juntos, sino más bien una marcha de todos juntos con Cristo. No olvidemos que ese con Cristo, se completa en la Iglesia, la cual es nutrida y animada por los Dones sagrados de su preciosísimo Cuerpo y Sangre”.

Se refirió a la sinodalidad en Oriente y Occidente como camino sinodal, que es un proceso «restaurado a la vanguardia de nuestra vida cristiana». Toma la experiencia de la vida monástica antigua como «modelo de esa sinodalidad», donde el conjunto de los monjes se reunía para ser «guiado por el Evangelio», donde los guías humanos buscaban «caminar con Cristo en busca de Dios».

El Sínodo, que será en Roma del 4 hasta el 29 de octubre en su primera etapa, debe responder a una cuestión: «¿Qué es entonces la sinodalidad?». Para Monseñor Nin, es el «camino de todos los que hemos sido bautizados en Cristo, que escuchamos su Evangelio, celebramos nuestra fe, recibimos su gracia en los sacramentos, incluso a través de nuestros hermanos y hermanas. Un camino definitivamente juntos, guiados y acompañados, a veces, de la mano, o incluso llevados sobre los hombros de nuestros pastores, siguiendo las huellas de Aquel que es el camino, la verdad y la vida».

En su reciente rueda de prensa en el vuelo de regreso de Ulán Bator a Roma el Papa dijo, hablando sobre el sínodo: “En el Sínodo no hay lugar para la ideología, es otra dinámica. El Sínodo es diálogo, entre bautizados, entre miembros de la Iglesia, sobre la vida de la Iglesia, sobre el diálogo con el mundo, sobre los problemas que afectan hoy a la humanidad. Pero cuando se piensa(en tomar ndr) un camino ideológico, el Sínodo se acaba”. Y agregó: “El Sínodo no es un parlamento”.

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Rafael Llanes

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