(ZENIT Noticias / Londres, 06.01.2024).- Las autoridades docentes de Inglaterra han declarado culpable de “conducta profesional inaceptable” a una profesora cristiana por negarse a enseñar “ideología LGBTQI extrema” en un centro de enseñanza secundaria de la Iglesia inglesa.
The Epoch Times informa que la profesora especializada en lenguas extranjeras modernas, Glawdys Leger, de 43 años, fue despedida de la escuela Bishop Justus CofE en Bromley, condado de Kent, durante mayo de 2022, tras impartir cursos por 12 años, señalada como “criminal peligrosa” por negarse a impartir lecciones LGBTQI del programa de Educación Religiosa a los alumnos de séptimo año.
Glawdys explicó su posición: “Planteé lo que hice porque a los niños se les enseñaba una narrativa LGBTQI+ extrema en la escuela, sin debate. Sin embargo, por plantear, expresar y enseñar las creencias cristianas sobre estos temas, se me ha acusado de no presentar una visión equilibrada”.
Resaltó que una escuela cristiana o religiosa “debe ser franca y honesta con los padres que creen que haber enviando a sus hijos a una escuela cristiana, si ésta ya no se adhiere a las enseñanzas o creencias cristianas, o incluso a sus propias enseñanzas sobre la sexualidad humana (…). Deben ser transparentes con los padres en el sentido de que, en muchos casos, algunas escuelas cristianas están imponiendo ideologías profundamente controvertidas y dañinas a los niños sin el permiso o el conocimiento de sus padres”.
La Sra. Leger está respaldada por el Christian Legal Center, que atiende los casos en que una persona es acusada por su fe. Esta institución declaró que los materiales educativos para la formación religiosa titulados “¿Quién soy yo?”, incluyen mostrar a los niños de séptimo curso conceptos de género como pansexual, asexual, intersexual y transgénero.
La Sra. Leger expresó sus creencias a los alumnos durante una discusión sobre temas LGBT: “Dios cree que los humanos nacen hombres y mujeres, y que la práctica LGBTQI es pecaminosa”. El Christian Legal Center declaró el 14 de diciembre que la Agencia de Regulación Docente del gobierno dictaminó a la maestra culpable de “conducta profesional inaceptable”, aunque no le prohibió ejercer la enseñanza.
La Agencia señaló que “no se podía probar” una actuación de la Sra. Leger que desprestigiara a la profesión o que su conducta fuera “contraria a los valores británicos fundamentales por su falta de tolerancia hacia quienes tienen creencias diferentes”. En respuesta a la decisión de la Agencia, la Sra. Leger comunicó que se sentía aliviada “por no tener prohibida la enseñanza en el Reino Unido (…). “Sin embargo, me parece extremadamente alarmante que me hayan declarado culpable de discutir y debatir la enseñanza cristiana en una escuela cristiana durante una lección de educación”.
Glawdys Leger también comentó que la Agencia transmite un mensaje firme a los docentes: “Los profesores cristianos no sólo deben guardar silencio sobre sus creencias, sino que deben promover activamente la ideología LGBTI o corren el riesgo de ser severamente castigados e incluso perder sus carreras”.
Andrea Williams, directora ejecutiva del Christian Legal Center, declaró: “Los organismos reguladores están creando un ambiente opresivo para los docentes, que enfría el ambiente e impide la expresión de la fe cristiana en las escuelas y cualquier punto de vista alternativo o de equilibrio a la ideología LGBTQI+”.
El reverendo Calvin Robinson, comentarista de la problemática nacional, opinó que “realmente vivimos en un mundo al revés, donde ser cristiano en una institución cristiana es un delito punible con el despido (…). Glawdys está siendo perseguida por su fe. La escuela no sólo la despidió, sino que la denunció ante la Agencia de Regulación Docente y la consideró culpable de «conducta profesional inaceptable». Ya lo sabíamos. Ahora oficialmente no es profesional ser cristiano en una escuela de la Iglesia de Inglaterra”.
Robinson amplia su análisis: “La Iglesia de Inglaterra debería estar rechazando la teoría de género y la teoría queer, ideologías marxistas anticristianas. La escuela debería haber defendido la postura de Glawdys ante la Agencia, no doblegarla. En cambio, el CofE ha decidido ir incluso más allá de las directrices del gobierno al impulsar estas ideologías dañinas entre los niños a través del nuevo plan de estudios de la RSE. Parece que el departamento de educación del CofE está tan capturado por los liberales como la cámara de los obispos”.