(ZENIT Noticias / Buenos Aires, 02.03.2024).- Las mujeres se identifican más frecuentemente con una religión (85,5%) que sus pares varones (76,2%), y registran niveles más altos de espiritualidad y religiosidad. Es lo que evidencia “Un análisis de las creencias, prácticas y opiniones sobre religión y sociedad de varones y mujeres en la Argentina”, publicado este 2024.
El “Análisis” también muestra que las mujeres afirman creer en Dios con mayor frecuencia que los varones (86,0% contra 77,5%) y consideran también en mayor porcentaje que su vivencia religiosa ha aumentado a lo largo de la vida (30,0% contra 20,2%).
La relación con Dios está más mediada por la comunidad en el caso de las mujeres (33,5% contra 26,4%), quienes además asisten más al culto (19,9% lo hacen frecuentemente, contra 14,7% de los varones), rezan más asiduamente (3 de cada 5 rezan frecuentemente contra 2 de cada 5 varones), dedican más tiempo a leer la Biblia u otros textos religiosos y se comunican con los seres queridos difuntos el doble que los varones.
Si bien mujeres y varones tienen opiniones similares respecto al estatus legal del aborto, se observa una brecha entre mujeres y varones sin religión: la mayoría considera que el aborto es un derecho, pero las mujeres lo hacen en casi un 67%, contra un 54,7% de los varones.
Las mujeres también opinan con mayor frecuencia que los varones que las parejas de gays y lesbianas deben poder adoptar niños/as y consideran en menor proporción que el matrimonio sólo es posible entre un hombre y una mujer.
Otros hallazgos evidencian que las mujeres presentan menores niveles de acuerdo que los varones con la división tradicional de los roles de género. La diferencia se amplía especialmente entre las mujeres y varones sin religión.
Las mujeres consideran en mayor proporción que los varones que el consumo de drogas es una enfermedad o un vicio, y acuerdan en mayor medida con que el cannabis solo debería estar permitido para uso medicinal.
Finalmente, consultadas por el fin de la vida, las mujeres presentaron una mayor predisposición a “que se haga la voluntad de Dios” (59,4% vs. 49,4%), a la vez que una mayor tendencia a apoyar la pena de muerte para delitos graves (53,9% vs. 47,7%). Esta diferencia se invierte para las mujeres y varones sin religión.
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