(ZENIT Noticias – IFN / Washington, 07.03.2024).- Un estudio exhaustivo realizado por investigadores en Finlandia sugiere que la administración de medicamentos o cirugías transgénero a adolescentes no alivia los problemas de salud mental subyacentes que comúnmente enfrenta este grupo demográfico. La investigación cuestiona la afirmación de ciertos legisladores y activistas transgénero de que los medicamentos que bloquean la pubertad y las cirugías de reasignación de género son «medicinas que salvan vidas», y no muestran una reducción significativa de los suicidios entre estos adolescentes.
El estudio examinó las tasas de mortalidad, incluidas las tasas de suicidio, de personas menores de 23 años que buscaron asistencia psiquiátrica por cuestiones de identidad de género entre 1996 y 2019. Llegó a la conclusión de que el suicidio era raro entre estos adolescentes, independientemente de si se sometieron a tratamiento hormonal o intervenciones quirúrgicas para la reasignación de género.
La investigación destaca que los adolescentes que luchan con problemas de identidad de género a menudo enfrentan problemas de salud psicológicos más profundos que contribuyen a las tasas de suicidio más altas en este grupo. Por lo tanto, la falta de medicamentos o cirugías para personas transgénero puede no ser la razón principal de estos casos de suicidio. El Dr. Michael Artigues, presidente del Colegio Estadounidense de Pediatras, socialmente conservador, instó a un tratamiento agresivo de estos trastornos de salud mental subyacentes en lugar de guiar a los niños hacia tratamientos transgénero irreversibles.
Con los debates en curso en los países occidentales sobre si los niños que se identifican como transgénero deberían acceder a tales tratamientos, este estudio arroja nueva luz sobre el tema. Si bien algunos países permiten que solo los adultos se sometan a cirugías de reasignación de género, existen menos restricciones en algunas partes de Estados Unidos. Fundamentalmente, esta investigación cuestiona la creencia común de que estos medicamentos y cirugías previenen los suicidios entre los jóvenes con disforia de género. En cambio, afirma que recurrir a la psicoterapia y los tratamientos de salud mental promete resultados más efectivos.
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