(ZENIT Noticias / Sevilla, 19.06.2024).- Dos varones homosexuales, casados según la ley civil española, han denunciado a un sacerdote de la Archidiócesis de Sevilla, por negarse a darles la comunión o una bendición el pasado 25 de mayo en la celebración de la Eucaristía.
La Federación Andaluza LGTBI, Andalucía Diversidad, ha comunicado en sus redes sociales que “el párroco Francisco José López Martínez se negó a darles la comunión a ambos por estar casados entre ellos” en la misa celebrada con la Hermandad Sacramental de la Vera Cruz. Además, comenta que “la negación a la pareja homosexual para recibir la bendición del párroco es un gesto claramente discriminatorio e injusto”.
El padre Francisco José López Martínez fue ordenado sacerdote en junio de 2020 y es párroco en la Iglesia del Divino Salvador de la población Dos Hermanas y ha recibido la acusación ante la Policía Nacional.
El comunicado de Andalucía Diversidad resalta que los dos varones homosexuales “conocen a todos los párrocos de la zona y siempre han tenido buena relación, siendo la primera vez que se enfrentan a un rechazo de este tipo”. Es previsible que se hayan acercado a uno con posiciones definidas para preparar la denuncia como “un caso de posible discriminación por orientación sexual en la Iglesia”.
El Código de Derecho Canónico fija en el canon 912 que “todo bautizado a quien el derecho no se lo prohíba, puede y debe ser admitido a la sagrada comunión”. Y el canon 915 observa que “no deben ser admitidos a la sagrada comunión los excomulgados y los que están en entredicho después de la imposición o declaración de la pena, y los que obstinadamente persistan en un manifiesto pecado grave”.
El Dicasterio para la Doctrina de la Fe publicó una Declaración sobre las bendiciones el 18 de diciembre de 2023, indicando a los presbíteros que pueden bendecir a personas en situación irregular como parejas homosexuales. Una nota sobre esta declaración del 4 de enero marcó algunos requisitos, como bendiciones “muy breves”, realizadas en “pocos segundos, sin Ritual ni Bendicional”, pidiendo al Señor “paz, salud y otros bienes” para que “puedan vivir en plena fidelidad al Evangelio de Cristo” y con la ayuda del Espíritu Santo para liberarles “de cuanto necesite purificación”.
El texto de la denuncia añade: “La orientación sexual de una persona no debería interferir en su relación con Dios o en el modo de ser tratado por la comunidad religiosa. Instamos al párroco a reflexionar sobre sus acciones y a disculparse por el dolor y la marginalización que ha causado a la pareja”.
Queda por ver si la justicia española admite la denuncia, pues el derecho civil debe armonizarse con el derecho eclesiástico.
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